Cuando por el año 2005 se supo la noticia de que un proyecto como el que tenemos ahora se iba a hacer en nuestra provincia y en nuestra ciudad, la gente estaba entusiasmada con la magnitud que podía alcanzar este planteamiento arquitectónico: el Centro Niemeyer. Para las personas que estamos metidas de lleno en el mundo de la arquitectura, es algo que valoramos mucho. Cualquier persona que tenga afición por la arquitectura, conoce la obra de Oscar Niemeyer y sabe que se trata del único arquitecto vivo de las vanguardias de la arquitectura que revolucionaron el mundo. Se trata del arquitecto que ha trabajado con los mejores: Le Corbusier, Mies van der Rohe, Walter Gropius, Lúcio Costa, su compatriota brasileño, y un largo listado de las mejores mentes arquitectónicas y urbanísticas del siglo XX.
Cuando se plantea un mapa de las grandes obras de Niemeyer, vemos que abarca Estados Unidos, Brasil y Europa, y salen a luz tales proyectos como el edificio de las Naciones Unidas en Nueva York o la nueva ciudad de Brasilia, capital de Brasil. Si nos centramos en Europa, tan solo existen ocho edificios y uno de ellos es el nuestro, el Centro Niemeyer.
Lo que Oscar Niemeyer nos ha regalado es un futuro arquitectónico sin precedentes en España. Tenemos la oportunidad de experimentar en nuestro país, en Asturias y en Avilés una revolución del urbanismo deseada por las grandes ciudades del mundo, un proyecto que es capaz de revitalizar un entorno en decadencia. Este edificio, estas formas arquitectónicas, son garantía de futuro para la evolución de un urbanismo de categoría, de los que a principios del siglo XX florecían por las regiones del mundo en plena época de expansión de las urbes.
Las políticas de urbanismo están pensadas para que una ciudad siga su crecimiento porque se le están planteando opciones de crecimiento cultural y arquitectónico. Con ello se consigue que una sociedad progrese y que a escala arquitectónica -en este caso del Centro Niemeyer- se plantee una solución de construcción horizontal en su entorno. Con esto quiero decir que no se plantan grandes rascacielos, sino que se piensa en zonas ajardinadas, grandes espacios para la deambulación de la ciudadanía, espacios abiertos para el pensamiento, para una expansión de la sociedad, y no del urbanismo genérico, manteniendo la unión de la ciudad de Avilés y pensando en que lo que se hace nuevo no es lo siguiente lo que hay que valorar e idolatrar, sino que esto se ha hecho en Avilés y como tal es una zona más de la ciudad y, por ende, de Asturias.
Este proyecto urbanístico que llegaremos a ver y el nuevo Centro Niemeyer (que ahora se hace llamar Centro Cultural Internacional Avilés) son precursores de una mejor sociedad. Si se lleva a cabo como se estaba haciendo desde su inauguración, este tipo de arquitectura puede hacer mejor a la gente, a sus visitantes, a la población. La arquitectura cálida y agradable genera esa conexión en el comportamiento de las personas.
París experimento su ampliación en el siglo XIX; Berlín, a mediados del XX; Barcelona, a principios del XX, y cuando a Avilés le surge esta oportunidad, es evidente que no se debe dejar pasar y mucho menos frenar de manera tajante como se ha hecho desde una postura caciquista por parte del nuevo Gobierno del Principado. Pero, para llegar a este tipo de planteamiento, es necesario que el propio edificio, el Niemeyer, sea el iniciador de esta nueva etapa. Para ello ha de desempeñar una programación internacional, cosa que estábamos disfrutando hasta que sucedió lo que sucedió.
Por eso y por todo lo mencionado anteriormente, apoyo al Centro Niemeyer y a su exitosa programación cultural internacional que ha tenido y que espero vuelva a tener de manos del equipo gestor que ha hecho que todo esto haya sucedido en Avilés. Y agradecezco a Oscar Niemeyer habernos ofrecido la oportunidad de tener nuestro espacio tropical en el norte, en Asturias. Sigamos apoyando lo que fue nuestro y nos quitaron, para poder recuperarlo; sigamos apostando por la evolución cultural y no por la involución.
Fuente:http://www.elcomercio.es/
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