miércoles, 3 de junio de 2009

Casas de bambú

Un proyecto español gana el concurso de tecnología para la sostenibilidad de la Fundación Altran.

Manuel G. Pascual para Cinco Días.

Tras más de 15 años dándole vueltas a la idea, parece que Francisco Gallo Mejía podrá por fin desarrollarla. Se trata de la construcción de viviendas sostenibles a base de materiales derivados del bambú, que tiene la propiedad de absorber el CO2 de la atmósfera. El proyecto dirigido por Gallo se impuso ayer a otros 159 de 20 países en el premio de la Fundación Altran para la Innovación, cuya presente edición se titulaba Reduciendo los niveles de carbono en la atmósfera: ¡nuestro reto tecnológico! Como recompensa Gallo recibirá 16.000 euros para convertir el proyecto en realidad y un año de asesoramiento científico y tecnológico del Grupo Altran, multinacional francesa de consultoría en innovación.

El ganador del premio, colombiano de 43 años, lleva tres en el País Vasco, donde estudia dos doctorados: uno en Asentamientos humanos y actividades económicas y otro en Forma, espacio y materia en arquitectura. Antes de ponerse con los doctorados, se sacó un máster en Cooperación Internacional en la Universidad del País Vasco. Formación no le falta. Ni motivación, pues colabora con Arquitectos e Ingenieros sin Fronteras.

'Para mí siempre habrá un antes y un después del 21 de enero de 2009', comenta Gallo emocionado. Nació en Pereira, Colombia, una zona cafetera a pie de los Andes donde la guadua (una variedad americana del bambú, usada, por ejemplo, en los techos de la T-4 de Barajas) está muy extendida. 'En mi tierra se usa la guadua en construcciones tradicionales desde hace siglos. Su uso está muy arraigado, es algo cultural', comenta. Por eso surgió en él la idea de extraer de este tipo de bambú todos los materiales necesarios para edificar viviendas 'modernas, económicas y sostenibles'. 'El uso de materiales orgánicos es vital para conseguir viviendas sostenibles. Y de guadua tenemos mucha en Latinoamérica'.

En 2006 dejó su trabajo de profesor en la Universidad Tecnológica de Pereira y se mudó a España para trabajar en su idea. Tres años después, el proyecto Sumidero habitable de CO2; biocompuestos de bambú para viviendas sostenibles convenció al jurado de la Fundación Altran de que era el mejor de los seis finalistas. A ello contribuyó su triple enfoque.

Por un lado, Gallo ha aportado nuevas formas de utilizar fibras de bambú, desarrollando paneles y elementos aglomerados y reemplazando o completando materiales de construcción. Por otra parte, el compuesto de bambú que diseñó para la construcción, además de capturar CO2, se produce con menos gasto de energía y agua que los materiales tradicionales (madera, metal, ladrillos y hormigón). Pero, además, el proyecto está diseñado para implementarse en la zona andina (rica en guadua), fomentando el desarrollo de una industria local a lo largo de todo el ciclo de construcción.

Gallo tiene ahora un año para probar que su idea es factible. Deberá mostrar la familia de materiales necesaria para la construcción de una vivienda completa. Para eso contará con el apoyo de Altran, que auditará el proyecto, diseñará un plan de actuación para el año y seleccionará a los consultores más apropiados para que trabajen en él.

'La tecnología debe ser el puente que conecte el desarrollo económico con el ecológico', reflexiona el ingeniero colombiano, 'y, en el caso de mi proyecto, pronto veremos si resulta o no'. A él no le faltan ganas. 'Si la idea funciona, permitirá abrir camino para aplicar el modelo a otras fibras vegetales de otras partes del mundo'. Merece la pena trabajar duro para conseguir algo como eso.

Fuente: www.arquitectojoven.com

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