lunes, 14 de febrero de 2011

Recuperar la historia con vocación de futuro

El Bicentenario de Las Cortes ha recuperado para la memoria colectiva la Historia, con mayúsculas, de esta ciudad, que también de paso forma parte de la historia de España, siendo incluso un punto de inflexión en el desarrollo del país, a pesar de la vuelta al pasado que durante años vivió el territorio español con etapas políticas de ideas difíciles de congeniar. De la época de la Guerra de la Independencia, del tiempo en que Las Cortes se celebraron en esta isla, de ese momento histórico, guardaba San Fernando numerosos elementos, mejor o peor conservados, existentes aún o desaparecidos en otro. La conmemoración ha significado para ellos un intento de mejora, de rehabilitación o al menos la intención de hacerlo. En ese marco se sitúa la recuperación de las baterías defensivas y del Sitio Histórico del Puente Zuazo, todavía en su primera fase. Pero también en ese ámbito se mueve el interés por darle uso futuro a estas estructuras. Y en esas, además, no anda sólo el Ayuntamiento de San Fernando (y el de Puerto Real, en cuyo término municipal se ubican algunas de estas joyas defensivas), porque también se han implicados otros ayuntamientos de la Bahía, en cuyo territorio existen vestigios de esos años de guerra contra invasor francés. Juega en ello un papel central la Mancomunidad, pues a través de ella se regirá el modelo de gestión conjunta más oportuno para este patrimonio doceañista. También el Consorcio del Bicentenario participa a su modo en esta intención, en su caso, con el encargo al Colegio de Arquitectos de Cádiz de una guía de fortificaciones defensivas de la Bahía de Cádiz.
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La intención es catalogar las edificaciones defensivas de toda la Bahía, desde los baluartes y castillos hasta las baterías de costa, estructuras que fueron clave para que los diputados de Las Cortes pudieran desarrollar sus debates de cara a elaborar una nueva Constitución, primero en San Fernando y después en Cádiz. Estas edificaciones están consideradas como Bien de Interés Cultural (BIC), y sin embargo no hay un documento exhaustivo acerca de ellas. De ahí que el Consorcio pidiera al Colegio de Arquitectos gaditanos un estudio en profundidad.
Lo que sí existe, de cualquier manera, son documentos parciales acerca de estos elementos defensivos. El delegado de Cultura de San Fernando, Francisco Romero, señala, por ejemplo, el catálogo que forma parte del Plan General (PGOU) en el que se recogen las baterías y baluartes de la ciudad. Esa información fue presentada ante la Mancomunidad en la última reunión de cara a la gestión conjunta que se plantea para estas estructuras. Cada uno de los municipios implicados -Puerto Real, Rota, El Puerto de Santa María, Chiclana y Cádiz, además de La Isla- también preveían trasladar la información que tienen al respecto.
Pero además de esto, para los trabajos de recuperación del Sitio Histórico del Puente Zuazo y baterías anejas, el arquitecto técnico Francisco Toledo, responsable de la asistencia técnica de la obra, dispone de un inventario con las estructuras existentes en territorio de San Fernando, Puerto Real, Chiclana y El Puerto. Éste ha servido para la recuperación de algunos de estos elementos, ubicados concretamente en el municipio isleño y puertorrealeño, como la batería de San Pedro, incluso también para volver a levantar la Puerta del Mar del Real Carenero.
Para la recopilación de la información necesaria, contó Toledo en una conferencia ofrecida en la Academia de San Romualdo, hizo falta consultar archivos franceses, cuyo documentación contaba con datos precisos con cotas originales y planos inéditos. De los almacenes de la historia destacó referencias sobre materiales, transformaciones sufridas.
Esos datos figurarán en la guía que prepara el Colegio de Arquitectos de Cádiz, puesto que así lo ha requerido el Consorcio del Bicentenario. Una ejemplo de lo que podría ser el resultado de este estudio un catálogo de elementos defensivos de la comunidad de Murcia, que recoge entre otros aspectos la localidad en que se ubica, su localización geográfica, el paraje, su entorno, su arquitectura (forma y material), su historia, fotos y los planos disponibles.
La guía servirá entre otras cuestiones, al menos ésa es la intención, para potenciar el carácter turístico de estas construcciones. En esas trabaja la Mancomunidad de Municipios de la Bahía, dada la preocupación de los ayuntamientos isleño y de Puerto Real por el mantenimiento y la seguridad de las baterías y el Real Carenero, a punto de culminar su rehabilitación. La delegada de Desarrollo Sostenible, que visitó la zona hace unos meses con concejales de otras localidades de la Bahía, reconoce que es necesaria una actuación conjunta en ese sentido, lo que incluye además la elaboración de un plan de usos de la zona. Estos espacios no forman parte en algunos casos de los núcleos urbanos de las poblaciones, sino que se sitúan en el extrarradio, lo que los hace diana evidente de los actos vandálicos.
La propuesta es que la gestión de todas las estructuras defensivas de la Bahía sea unánime. "Que las construcciones defensivas relacionadas con la Guerra de la Independencia se integren en una ruta turística", explica. La fórmula de gestión, sin embargo, no está definida. Existen diversas opciones: una gestión pública, desde la administración supramunicipal; una gestión privada, a través de una empresa responsable de su explotación; o una gestión tutelada desde el ámbito público.
Los caminos iniciados por una u otra administración pretenden la recuperación de la historia de esta tierra, pero siempre con una vocación de futuro, para su eterno disfrute.


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