El algecireño expone hasta el 25 de febrero en la Sala Rivadavia. "La caligrafía, la geometría y la arquitectura son las bases de mi obra", resume el artista
El artista algecireño José Antonio Pérez de Vargas, Vargas, inaugura hoy en la Sala Rivadavia de Cádiz su exposición Camino de agua, que ya se ha podido ver en Algeciras, en el edificio Kursaal de la mano de la Fundación Dos Orillas. La muestra, que se presentó ayer, se podrá visitar hasta el 25 de febrero.
Camino de agua consta de cuarenta piezas, entre cartones, pequeñas esculturas y cajas. El elemento más peculiar de la exposición es la utilización del texto escrito como soporte de la imagen.
"La obra está basada en la caligrafía, con elementos contrapuestos, unidos por la arquitectura", definió Vargas, que explicó el origen del título de la exposición, que "procede de un poema del poeta persa Rumi que dice: No me mires con ojos materiales, / mírame con los ojos del secreto, / ven y contempla qué ligero he llegado yo a ser".
"El uso que hago de la caligrafía procede de una exposición que realicé sobre Gutenberg para ARCO'82, y que, junto a la geometría y la arquitectura, son las bases fundamentales en toda mi obra", destacó el creador algecireño, que ha empleado papeles originales del siglo XIX "comprados en anticuarios y procedentes de notarías o de una fábrica de jabones, combinados con cuentos manuscritos comprados en El Cairo, con una maravillosa caligrafía árabe".
Sellos de lacre, marchamos de plomo, diminutos moldes de pastelería, pequeñas caracolas y otros objetos como "la figura de la mano, que tiene para mí un significado muy especial", apuntó el artista, están encerrados en cajas que se convierten en relicarios por el peculiar trabajo de collage que, con la caligrafía latina y los caracteres arábigos del contorno mediterráneo como nexo de unión, dominan la obra del artista nacido en Algeciras, que es un viajero impenitente, fascinado por "la antigüedad clásica y la cultura oriental".
Esta fascinación se "refleja en su obra, de gran delicadeza y poesía, con un fuerte carácter místico e intimista, como lo demuestran algunos títulos de sus obras, que Vargas ha llamado Suelo pompeyano, Il sogno del comendatore o Domus aurea, que nos hablan de sus preferencias clásicas", resaltó Ana Mosquera, vicepresidenta de la Fundación Provincial de Cultura.
"La relación de esta casa con José Antonio Pérez de Vargas viene de lejos", detalló Mosquera. Efectivamente, la colección de arte contemporáneo de la Fundación cuenta con una de sus obras, A la sombra de la fortuna, un óleo sobre tabla de 84 por 84 adquirida en el certamen Aduana, que se presentó en el Museo de Cádiz en la muestra Aduana 5 años.
Vargas también participó en la exposición conmemorativa Trafalgar: palabras y visiones, en el Palacio Provincial durante el otoño de 2005, de la que fue comisario Manuel Caballero, con un óleo de grandes dimensiones, Mar de fondo, que también utiliza el texto escrito como soporte de la imagen.
Camino de agua consta de cuarenta piezas, entre cartones, pequeñas esculturas y cajas. El elemento más peculiar de la exposición es la utilización del texto escrito como soporte de la imagen.
"La obra está basada en la caligrafía, con elementos contrapuestos, unidos por la arquitectura", definió Vargas, que explicó el origen del título de la exposición, que "procede de un poema del poeta persa Rumi que dice: No me mires con ojos materiales, / mírame con los ojos del secreto, / ven y contempla qué ligero he llegado yo a ser".
"El uso que hago de la caligrafía procede de una exposición que realicé sobre Gutenberg para ARCO'82, y que, junto a la geometría y la arquitectura, son las bases fundamentales en toda mi obra", destacó el creador algecireño, que ha empleado papeles originales del siglo XIX "comprados en anticuarios y procedentes de notarías o de una fábrica de jabones, combinados con cuentos manuscritos comprados en El Cairo, con una maravillosa caligrafía árabe".
Sellos de lacre, marchamos de plomo, diminutos moldes de pastelería, pequeñas caracolas y otros objetos como "la figura de la mano, que tiene para mí un significado muy especial", apuntó el artista, están encerrados en cajas que se convierten en relicarios por el peculiar trabajo de collage que, con la caligrafía latina y los caracteres arábigos del contorno mediterráneo como nexo de unión, dominan la obra del artista nacido en Algeciras, que es un viajero impenitente, fascinado por "la antigüedad clásica y la cultura oriental".
Esta fascinación se "refleja en su obra, de gran delicadeza y poesía, con un fuerte carácter místico e intimista, como lo demuestran algunos títulos de sus obras, que Vargas ha llamado Suelo pompeyano, Il sogno del comendatore o Domus aurea, que nos hablan de sus preferencias clásicas", resaltó Ana Mosquera, vicepresidenta de la Fundación Provincial de Cultura.
"La relación de esta casa con José Antonio Pérez de Vargas viene de lejos", detalló Mosquera. Efectivamente, la colección de arte contemporáneo de la Fundación cuenta con una de sus obras, A la sombra de la fortuna, un óleo sobre tabla de 84 por 84 adquirida en el certamen Aduana, que se presentó en el Museo de Cádiz en la muestra Aduana 5 años.
Vargas también participó en la exposición conmemorativa Trafalgar: palabras y visiones, en el Palacio Provincial durante el otoño de 2005, de la que fue comisario Manuel Caballero, con un óleo de grandes dimensiones, Mar de fondo, que también utiliza el texto escrito como soporte de la imagen.
Fuente: http://www.europasur.es
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