viernes, 6 de mayo de 2011

El arquitecto humanista e incansable

Carlos Oscar Niemeyer, nieto del arquitecto centenario que ideó el centro cultural de la ría por encargo del Gobierno del Principado, aseguró ayer que la de Avilés «es una de las obras más importantes» de la carrera del arquitecto brasileño, en buena medida porque «es la primera en España». El nieto del que es considerado el genio vivo de la arquitectura del siglo XX respondió ayer junto a Jair Valera, uno de los jefes de obra del Centro Niemeyer de Avilés, a las preguntas de los visitantes en un acto que se celebró en el cine del complejo a la una y media de la tarde. Ambos describieron a Niemeyer como un trabajador incansable y lo definieron como «el arquitecto humanista».
En el encuentro se habló de aspectos de sobra conocidos sobre la vida del carioca, como su pánico a volar, su alud de hierro a los 103 años («sorprende a sus médicos»), sus ideales comunistas y su adoración por las curvas. Hasta hace bien poco, según su nieto, Niemeyer acudía a diario a su estudio de Río de Janeiro con vistas a Copacabana a las diez de la mañana y allí permanecía hasta bien entrada la noche. «Desde hace un año llega a ese de las dos de la tarde y se queda hasta las ocho, excepto los martes, que se reúne junto a unos amigos con un profesor de Física. Debaten sobre lo que él llama la insignificancia de los humanos en el universo», explicó Carlos Oscar Niemeyer, que aseguró que trasladará a su abuelo «la mejor impresión posible» sobre el complejo cultural de la ría.
El brasileño Oscar Niemeyer es «sobre todo un arquitecto humanista». Así lo definió el arquitecto jefe del estudio del brasileño, Jair Valera, que detalló los proyectos que el equipo tiene actualmente entre manos, entre ellos «una gran biblioteca en Argelia», un plan que aún está en pañales. Valera anunció que «en dos o tres meses se publicará un libro sobre las iglesias que ha diseñado Niemeyer». «Es un ateo que ha hecho sobre veinticinco catedrales, iglesias y capillas», añadió Valera. También respondieron ayer a las preguntas de los visitantes José Luis Rebollo y Juan Picanyol, secretario general y subdirector del Centro Niemeyer; Fernando Sánchez y Pablo Alonso, jefe de obra y topógrafo, respectivamente; Elvira Fernández, responsable comercial del Puerto de Avilés, y Rafael Oliva, coordinador seguridad.
Illán GARCÍA
El dibujante Kenny Ruiz se ha inspirado en el Centro Cultural Oscar Niemeyer y ha diseñado cuatro páginas de una nueva historieta de uno de sus personajes: El Navegante. Su nueva creación, realizada íntegramente en la sala de cristal del edificio polivalente, «no es más que una metáfora surrealista a través de conceptos abstractos, que aúna todo tipo de artes, como la música y la arquitectura». La historieta muestra a un director de orquesta que mediante su música genera movimientos capaces de modificar el espacio, según Kenny Ruiz.
«Todo artista tiene música en la cabeza a la hora de crear, se construye una notas inexistentes en su mente y se traslada al papel», afirma el dibujante alicantino que describió en esta fusión de las artes, su idea para reflejar el sentido del nuevo espacio cultural avilesino. Para Ruiz, el Niemeyer es un proyecto «ilusionante» ubicado en un entorno «inmejorable que puede devolver a Avilés a ser recordada como la Atenas del Norte, por su implicación con el mundo de las artes». «Espero que se aproveche bien este centro Cultural», afirmó mientras firma uno de los últimos autógrafos a una niña, que ha participado en el taller de dibujo.


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