viernes, 13 de mayo de 2011

Presentación pública de las 40 naves bioclimáticas de Porto do Molle

Estas naves ponen por primera vez a disposición del empresariado edificaciones construidas con criterios de arquitectura sostenible lo que le ha merecido ser la primera edificación industrial que recibe en España la certificación BREEAM (Building Research Establishment Environmental Assessment Methodology) de buenas prácticas medioambientales. Pisano afirmó que, esta apuesta por las tecnologías verdes hará que la turística comarca del Val Miñor disponga de las mejores condiciones para la creación de empleo lo que conllevará el aumento de población permanente en unos municipios muy marcados por la estacionalidad residencial.
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Integradas en el nuevo parque empresarial de Porto do Molle, una superficie de un millón de metros cuadrados donde, siguiendo el ejemplo de estas primeras construcciones, se están aplicando a todas sus infraestructuras soluciones innovadoras para el desarrollo sostenible, las naves tienen ya sus primeros inquilinos, la multinacional suiza Bibus dedicada a la distribución de piezas para la automoción. En total once firmas ya han elegido Porto do Molle para instalar sus empresas. Estas primeras empresas crearán alrededor de 250 puestos de trabajo y todas ellas estarán operativas más o menos en un año.
En su intervención Pisano hizo hincapié en la necesidad e conjugar desarrollo y sostenibilidad –“Sabemos que el desarrollo económico debe de combinarse con la sostenibilidad social y medioambiental, generando riqueza sin perder como referencia el objetivo de conseguir una mayor calidad de vida de los ciudadanos en general y de las personas que podrán trabajar en un entorno más saludable” afirmó.
Ante la numerosa representación del empresariado de Galicia, la Delegada explicó que “en estas 102 hectáreas se pretende superar el antiguo concepto de parque industrial: en este caso concreto, queremos hablar de una Ciudad del Trabajo. En el desarrollo de esta infraestructura se ha pretendido, por una parte obtener una imbricación con la naturaleza que nos rodea en uno de los ayuntamientos más privilegiados de Galicia y por otra, poner en valor la dimensión humana de la actividad laboral. Los servicios que facilitará el parque facilitarán la conciliación de la vida laboral, familiar y personal, partiendo de los nuevos modelos empresariales y organizativos que conjugan rentabilidad y respeto con los individuos y con el medio”.
Pisano también puso de manifiesto que la comercialización de estos espacios se está realizando con el principal objetivo de dar al empresariado las mayores facilidades financieras. De este modo, a las cuarenta naves las empresas pueden optar por realizar un contrato régimen de alquiler o bien de alquiler con opción de compra a dos o cinco años, mientras que la superficie empresarial se oferta en venta con la posibilidad de aplazar durante diez años el pago de ese suelo.
Con una inversión de 130 millones euros, Porto do Molle ocupa una superficie de 1.000.000 de metros cuadrados y se prevé que en ellos se generen 4.000 empleos. La construcción de las naves bioclimáticas es una de las últimas actuaciones emprendidas por el Consorcio en la Red de Parques Zona Franca, red constituida por Balaídos, Bouzas, A Granxa y PTL y que se verá reforzada con las nuevas inversiones en Porto do Molle, Matamá-Valadares-Comesaña, la ampliación del Parque Tecnológico y la PLISAN, con lo que  el área de Vigo duplicará su dotación de suelo industrial.
Sostenibilidad y negocio
Los objetivos del proyecto fueron minimizar el impacto de estas grandes construcciones sobre el paisaje que las rodea, conseguir naves energéticamente eficientes y construirlas produciendo los mínimos residuos de obra. La integración en el paisaje se consiguió mediante la utilización de elementos tales como cubiertas vegetales y la ruptura de los planos superiores en diferentes materiales y colores según su orientación; la eficiencia energética con la instalación de paneles fotovoltaicos para la producción de energía eléctrica y un sistema de ventilación cruzada de aire  para refrescar los interiores en verano sin tener que recurrir al aire acondicionado; producir los mínimos residuos de obra se consiguió mediante la utilización de materiales prefabricados.
Tal y como se preveía en el diseño, la separación de tráficos rodados de las calles interiores peatonales consigue que esta urbanización sea por un lado operativa industrialmente y, por otro, cómoda para las personas que aquí trabajen.
Un proyecto innovador
Puesto que esta extensión urbanizada es visible desde muchos lugares de los alrededores, se prestó especial cuidado a la quinta fachada de las naves, la cubierta. Como es habitual en las Rías Baixas, el entorno se estructura en terrenos microfragmentados con pequeñas edificaciones. Con la ruptura de planos se consiguió el efecto de esta fragmentación y para ello también se jugó con diferentes volúmenes, colores, zonas blandas y duras, vegetación.... Fruto de ello es la cubierta vegetal que con su aspecto cambiante a lo largo del año consigue que las edificaciones tengan un comportamiento orgánico.
Esta cubierta vegetal influirá positivamente tanto en la emisión de oxígeno al entorno como en el aislamiento térmico de los edificios por lo que, además de una parte formal, cumple una doble misión de ahorro energético y de mejora del medioambiente además de restituir, de este modo, la cubierta vegetal perdida con los movimientos de tierras y de minimizar las emisiones sonoras gracias al colchón vegetal utilizado.
Aprovechando la orientación sur se colocaron paneles fotovoltaicos en cubierta. De este modo se devolverá a la red, como energía limpia, parte de la energía consumida por las actividades industriales.
Las naves se han diseñado de tal modo que se facilite la circulación cruzada de aire buscando en verano el "efecto chimenea" lo que facilita en los meses estivales la evacuación del aire caliente por la claraboya .
La cubierta vegetal también colabora en el aislamiento de las naves, ya que la mayor superficie en contacto con el exterior está en la cubierta. Las cubiertas ajardinadas son capaces de retener hasta el 90% de las precipitaciones. Una gran parte de éste agua es devuelta a la atmósfera, el resto fluye de forma retardada a los sistemas de desagüe. Así se puede disminuir la dimensión de los conductos y a la vez se reducen costes de desagüe. Las cubiertas vegetales reducen el calentamiento atmosférico y humedecen el ambiente urbano creando un clima más agradable y, además, funcionan como un filtro para el aire. Al minimizar substancialmente la contaminación de polvo y aerosoles, contribuyen a reducir elementos tóxicos en la atmósfera. El substrato, a su vez, filtra el agua de la lluvia de modo que las cubiertas ajardinadas ayudan a reducir la carga de sustancias nocivas  en el agua.
De forma mucho más eficaz que si se hiciera mediante la suma de pequeñas zonas verdes, las cubiertas ajardinadas, al ser superficies de gran extensión, compensan en gran parte la pérdida de los campos que originariamente formaban este ámbito.
Con un total de 61.000 metros cuadrados edificados en ocho bloques, la construcción de estas naves es versátil, de modo que pueden agruparse por módulos según las necesidades de cada empresa para poder dar servicio a actividades que requieran la utilización de distintos tamaños de superficie. Con este sistema modular se podrá instalar una actividad en una nave, sobre un modulo mínimo de 750 metros cuadrados con 200 metros de oficina, o también se podrán agrupar espacios hasta conseguir un máximo de ocupación de 4.450 metros cuadrados.
En cada una de las manzanas formadas por los bloques de naves se abrieron calles transversales  para crear dos sub-manzanas. Éstas, a su vez, se dividieron de nuevo en una calle peatonal a la que abre la zona de oficinas de las naves. De este modo se consiguió separar el tránsito peatonal del de vehículos y con ello se obtuvieron dos fachadas, una exterior de mayor escala por la que accederán los vehículos y otra más urbana, de escala menor, por la que se accederá peatonalmente a las naves y que servirá como zona de descanso y paseo para trabajadores y visitantes.
Facilidades financieras
Con el objetivo de dar las mayores facilidades financieras a los emprendedores el Consorcio, con capital público, ha construido en estas cuarenta naves para nuevas empresas que bien elegirán entre instalarse en régimen de alquiler, compra o alquiler con opción de compra, paliando de esta manera las dificultades que, en estos momentos, tienen los empresarios para alcanzar financiación. Porque desde el Consorcio de la Zona Franca de Vigo se trabaja para potenciar al emprendedor facilitándole, en este caso, superficie de naves de calidad en régimen de alquiler o compra a precios razonables, ubicadas en un parque empresarial multifuncional, con servicios de apoyo formativo y de asesoramiento situados cerca de la empresa y en una urbanización integrada en el territorio. Además, la superficie empresarial se oferta en venta con la posibilidad de aplazar el pago durante diez años.


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