jueves, 25 de agosto de 2011

Arquitectura española en el corazón de Lausana

El gabinete de arquitectura de Barcelona, el Estudio Barozzi Veiga, fue elegido ganador en el concurso para la construcción en Lausana del nuevo Museo Cantonal de Bellas Artes (MCBA).
image
Su proyecto ‘Bleu’ resultó elegido por unanimidad entre un total de 18 finalistas.
Los arquitectos españoles convencieron por la claridad de su propuesta que conectó con las bases del jurado al proponer un nuevo edificio para el MCBA y, al mismo tiempo, originar un espacio público en el corazón de la ciudad que funcionase como polo cultural de Lausana.
La ciudad suiza propuso como emplazamiento el área de la estación de tren, en las antiguas naves de limpieza y depósitos de locomotoras paralelas a las vías del tren, como nueva ubicación para el MCBA con el fin de reactivar este enclave sumido en el olvido.
Devolver espacio público a Lausana
“Lo cierto es que fue una sorpresa ser ganadores del concurso ya que la competencia era dura y había estudios reconocidos pero siempre se trabaja con ese fin. La propuesta tanto por el concepto como por el lugar era ideal. Así que nos llevamos una alegría enorme”, explica Alberto Veiga a swissinfo.ch.
En sus visitas previas a Lausana, a los creadores les había llamado mucho la atención esta parte de la ciudad contigua a la estación de ferrocarril, en medio de la ciudad.
“Era desconocida y oculta, tras más de un siglo cerrada a la población. De eso vino nuestro Leitmotiv precisamente, cómo hacer visible esta zona de Lausana y cómo devolver la mayor parte de espacio público a la ciudad. El jurado entendió nuestro elemento fundamental: conseguir un espacio público, abierto, con tránsito y movimiento, para que la gente lo hiciera propio”.
Como un foro romano
El solar del nuevo centro se va a completar en el futuro con la instalación de otros dos museos del municipio, el ‘l'Elysée’ de fotografía y el de diseño y artes aplicadas ‘mudac’. El Estudio Barozzi Veiga fija la construcción de tres cajas junto a las vías del tren, tres paralelipedos, una para cada museo como respuesta a esta condición urbanística.
La interpretación literal de los españoles pasa por hacer trabajar en sintonía a tres museos distintos, buscar sinergias y acercar a los diversos visitantes entre sí. Ninguno de ellos está separado.
Se mantienen las naves originales y se reutilizan muchos elementos antiguos, lo que marcó mucho el concepto, dice Veiga. Además, se genera un espacio público protegido que disfruta de quietud y un cierto aislamiento.
“El MCBA es más cerrado por un lado pero, por la otra cara, se dispone abierto en torno a una plaza interior en la que se encuentra con los otros dos museos en una disposición clásica de foro romano. Así, se cierra la plaza y el conjunto entabla un diálogo tranquilo entre tres edificios sencillos que constituye una imagen poderosa”, relata el integrante de Barozzi Veiga.
La fuerza del proyecto está en la dinamización de la zona, delimitarla con los museos y otorgarle el carácter de polo museístico que proponía el jurado.
Evocar la memoria
Al principio, el estudio barcelonés vio bastante complicado poder cumplir con los requisitos que obligaban a mantener la protección de las naves o trabajar con ellas. “Apostamos por mantener elementos característicos para evocar la memoria de la gente al recordar el antiguo uso de las instalaciones”.
“El MCBA es un volumen sencillo con objetos existentes incrustados en un fondo neutro que recuerde a las naves y le transfiera un poder de evocación igual de fuerte que el propio museo”, indica Alberto Veiga.
En el solar de la galería principal se sitúa la apertura y la sala de acceso. También se conserva la antigua fachada lateral, las puertas de acceso, el suelo original con antiguas vía o las plataformas de giro para la limpieza de trenes. Del mismo modo se recuperan las arcadas del solar donde se instalarán galerías para de jóvenes artistas o un cafetería.
Según Veiga, en arquitectura se trata de no borrar la memoria de los sitios, como en este caso y, a la vez, mantener la atmósfera industrial propia del espacio ante los ojos de los miles de viajeros que pasan por la estación de Lausana, una de las más transitadas del país.
‘Bleu’ no renuncia al carácter de ciudad. “Siempre identificamos el carácter de una localidad y este caso la villa está marcada por ser un nudo de comunicaciones ferroviarias, con su presencia en medio de la urbe, lo que influye en un entorno muy físico. Escuchas sus sonidos, ves las calles adyacentes. Hay que coger los elementos positivos de todo esto”.
Las autoridades, encantadas
Los miembros del  jurado, profesionales y las autoridades de Lausana y del cantón de Vaud acogieron la idea con elogios y entusiasmo, por su audacia al sustituir la antigua nave de locomotoras por un paralelepípedo rectangular.
“Es un proyecto maravilloso”, dijo Olivier Steimer, el presidente del jurado, mientras que otro miembro del jurado, el arquitecto Patrick Devanthéry, destacó “la gran inteligencia” de la solución propuesta.
Por su parte, el alcalde de Lausana Daniel Brélaz aseguró que ‘Blue’ es “emocionante” y el único proyecto que realmente ayuda a dar a luz al espacio museístico buscado por las instituciones.
Respecto al “nuevo espacio urbano” dedicado a la cultura. Dotara a la zona de “una dimensión nacional, capaz de trascender fronteras”, señaló Pascal Broulis, el presidente del gobierno de Vaud.
Si todo va bien y no surgen recursos, el comienzo de las obras se prevé para finales de 2012 o principios de 2013, con la apertura oficial en 2016. El presupuesto oficial es de 75 millones francos, con 30 a 40 millones procedentes del sector privado.
Fuente: http://www.swissinfo.ch

No hay comentarios: