martes, 27 de septiembre de 2011

Arquitectura y salud

eL Sindicato ELA viene observando desde hace tiempo la poca armonía entre el diseño arquitectónico y la funcionalidad de los Centros hospitalarios y de Atención Primaria, así como las consecuencias negativas para usuarios y trabajadores y trabajadoras de Osasunbidea.
No es objeto de este sindicato valorar la adecuación de los proyectos pero sí lo es advertir sobre los riesgos que de ellos se derivan y si llega el caso, denunciarlos. Nos centraremos en lo que concierne a la disposición de los espacios, dimensiones y la accesibilidad.
Las nuevas instalaciones deben basarse en el principio de que las personas somos distintas y para ello deben integrar en su diseño las distintas necesidades. Por ejemplo, respecto al mobiliario, los mostradores de atención al público para ser accesibles han de disponer al menos de dos alturas, que permitan la aproximación de personas que utilicen sillas de ruedas, usuarias y/o trabajadoras. Eso sí, siempre que se haya tenido en cuenta la protección del personal trabajador.
Lo mismo diremos respecto a las mesas y sillas de trabajo, que deben cumplir los requisitos generales de accesibilidad de los elementos de mobiliario, por ser dimensiones aptas para todos y que evitan riesgos para la salud.
En las consultas, además de la protección a la intimidad, es necesario que sus dimensiones se hayan valorado teniendo en cuenta las tareas que en ellas se realizan y que cumplan los mínimos ergonómicos para reducir o evitar posibles riesgos de salud.
Además, en el caso de atención primaria, existe un problema añadido, la construcción de nuevos consultorios por ser propiedad de los ayuntamientos, que son los que ceden el terreno y se encargan de llevar a cabo la obra, mientras que Osasunbidea es responsable del personal trabajador y el que concede subvenciones para acondicionarlo.
Entre los problemas más frecuentes señalamos los derivados de paredes y techos de vidrio
El consultorio de Beriáin es un ejemplo. Hace un año, en abril de 2010, el sindicato ELA observó sus deficiencias, debidas a la falta de espacio, por lo que se dirigió al alcalde del Ayuntamiento informándole sobre las mismas y la necesidad de construir un nuevo edificio. La respuesta no se hizo esperar, una semana después este sindicato recibió por escrito la comunicación de que todos los años se presentaban a la convocatoria del departamento de Salud para la ejecución de nuevos consultorios. Hasta entonces no habían recibido subvención.
ELA envió otro escrito a la Dirección de Atención Primaria, el 20 de mayo, comunicando el contenido de esta carta. Una semana después se nos comunicó que había sido aprobada una subvención de 175.000 euros para el inicio de la obra.
Sin embargo, el proyecto presentado se debió anular por requerir modificaciones sustanciales. Así pues, en la siguiente convocatoria de enero de 2011 el Ayuntamiento volvió a solicitar subvención. En esta ocasión aportaron sugerencias los profesionales del consultorio de Beriáin, algunas se han incluído pero las modificaciones no han cumplido las expectativas del personal trabajador y de este sindicato, que ha llevado el seguimiento del proyecto desde su inicio.
El 19 de mayo de 2011, en un Pleno extraordinario, se aprobó. El diseño contempla cuatro patios de luz en los extremos del edificio, lo que supone un tercio de la superficie útil del edificio, que da lugar a la reducción de espacios de uso público y consultas. ¿Son funcionales en un centro de salud?
Entre los problemas más frecuentes señalamos los derivados de paredes y techos de vidrio: el deslumbramiento y el efecto invernadero. De los edificios construídos hace tiempo, es el caso del centro de Ermitagaña, el deslumbramiento afecta a usuarios y al personal administrativo de los controles del centro de salud y de salud mental, debido a las grandes vidrieras abiertas en la estructura. Este riesgo fue traslado por este sindicato a Salud Laboral en 2010 para que interviniese.
Otro problema generado por la iluminación natural a base de cristales es el efecto invernadero, que afecta tanto a edificaciones antiguas (rehabilitación del Hospital de Ubarmin) como recién inauguradas (Centro de Salud Mental de Antsoain). El efecto invernadero está presente en paredes y techo de vidrio y la consecuencia es que la temperatura en el interior aumenta y ni siquiera el aire acondicionado sirve de mucha ayuda.
Estamos a favor de la iluminación natural y de diseños novedosos, pero siempre que evite estos riesgos. Si en los centros sanitarios y asistenciales construidos con anterioridad se debe mejorar la accesibilidad y supresión de barreras arquitectónicas existentes y reducir riesgos, en las nuevas edificaciones se deberían evitar desde el diseño, con el fin de ofrecer confort y seguridad a usuarios y personal trabajador con o sin movilidad reducida.
Fuente: http://www.noticiasdenavarra.com

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