viernes, 17 de febrero de 2012

«Aquí hay más sol que en Glasgow, pero no se apuesta por edificios energéticos»

El físico Ignacio Guerra coordina el grupo de investigadores de la Sociedad Española de Física en el proyecto del Ministerio de Ciencia sobre Arquitectura Bioclimática y Frío Solar. El estudio analiza la importancia de aprovechar las energías primarias en la construcción con el objetivo de elaborar actividades didácticas e incorporarlas al sistema educativo de los colegios españoles. Guerra participó ayer en unas jornadas de «Arquitectura Bioclimática y Eficiencia Energética» en la Facultad de Geología.
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-¿Qué es la arquitectura bioclimática?
-Es una arquitectura vivible, en que la persona se siente cómoda y en la que se han tenido presentes para su construcción los factores climáticos de la zona, con la energía solar como alimento fundamental del edificio.
-¿Hay suficiente sol en Asturias como para apostar por ese tipo de arquitectura?
-Somos un gran sumidero de energía y tenemos sol a mansalva, especialmente en el Sur, pero también en el Norte. De hecho aquí hay más sol que en Glasgow, pero no se apuesta por edificios energéticos. Hoy en día hay un gasto enorme de energía convencional. En este país no tiene sentido que derrochemos el petróleo, el carbón o el gas natural y que importemos el 80 por ciento de las fuentes primarias. Para una economía como la nuestra no es lo más recomendable. También es cierto que nuestros edificios deben responder a condiciones muy diferentes en invierno y en verano, así que deberíamos hablar de una arquitectura de la complejidad.
-¿Existe algún edificio que reúna estas características en la región?
-Un ejemplo muy claro es el edificio bioclimático Arfrisol (Arquitectura Bioclimática y Frío Solar), que se encuentra en San Pedro de Anes, en Siero, y pertenece a la Fundación Barredo. Para su construcción se ha tenido presente la orientación y el tipo de materiales de aislamiento de tal manera que capten la mayor cantidad posible de energía solar. En este inmueble se ha incrementado la energía fotovoltaica y la térmica por medio de captadores solares. Este sistema sirve para producir agua caliente que, a su vez, se utiliza en un triple sentido: como servicio sanitario normal, como apoyo a la calefacción, y para generar frío solar en época veraniega.
-¿Frío solar?
-Sí, curiosamente el agua caliente es capaz de generar frío. De esta manera no se utiliza tanta energía eléctrica.
-Está inmerso en un proyecto educativo. ¿Están concienciados los jóvenes de la importancia de la arquitectura bioclimática?
-Nuestro objetivo es conseguir una alfabetización científica. Queremos que los chicos adquieran competencias para formarse una opinión sobre la importancia de las fuentes energéticas. Es imprescindible que los jóvenes conozcan todas las posibilidades.
-¿La ley está de parte de la arquitectura bioclimática?
-Empieza a estarlo. El código técnico de la edificación establece que hay que construir edificios cada vez más autosuficientes. En Asturias ya es obligatorio que el 33 por ciento del agua caliente de las viviendas se proporcione con captadores solares térmicos.
-Con las cifras en la mano, ¿es más cara la arquitectura bioclimática?
-En Alemania o Suecia hay edificios de consumo cero, es decir, no consumen ni gas natural, ni petróleo, ni carbón. Esto significa que a la larga se ahorra. Construir en base a la arquitectura bioclimática es un 10 por ciento más caro de lo habitual, pero tiene muchas ventajas. Las emisiones de dióxido de carbono son menores y por tanto se contribuye a no desarrollar el efecto invernadero.
Fuente:http://www.lne.es

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