Los proyectos finalistas del concurso de ideas para acometer una rehabilitación urbanística completa de la carretera de El Palmar, convocado por el Colegio Oficial de Arquitectos y el Ayuntamiento de Murcia, coinciden en que es necesario desbancar los vehículos a motor y humanizarla, esto es, devolverla al ciudadano, ya sea peatón, ciclista o usuario del bus o tranvía. Las cuatro propuestas y las otras seis presentadas al concurso pueden contemplarse en el Colegio de Arquitectos (Jara Carrillo, 5).
Uno de los requisitos que planteaba el pliego de condiciones es que los proyectos fueran realistas. Tampoco se buscaba un lavado de cara ni un simple maquillaje de las fachadas. Y eso es lo que han hecho los cuatro equipos de arquitectos que han resultado finalistas, que coinciden en la necesidad de realizar conexiones amables con la huerta, crear intercambiadores y estaciones para la futura Línea 2 del tranvía hasta la Ciudad Sanitaria de La Arrixaca y ralentizar el tráfico a motor. La carretera de El Palmar empezó a construirse en el reinado de Carlos III. El 16 de marzo de 1782 se colocó la primera banderola en la iglesia del Carmen para alinear el bulevar que acabaría a las puertas de El Palmar. Se le llamó Real Camino Nuevo y terminó en junio de 1785.
Hoy, la carretera tiene el tránsito normal de una autovía -entre 35.000 y 40.000 vehículos diarios- y su aspecto dista mucho de esa supuesta modernidad de la que presume la ciudad. De hecho, los arquitectos indican en sus trabajos que no hay ni un solo árbol en tres kilómetros, entre el restaurante Alias y la sede de Latbus. De ahí la necesidad de renovar su imagen y prepararla para el futuro, como sugiere el alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara, quien ayer explicó que no hay urgencia para que el proyecto sea una realidad. «La situación económica actual es complicada, pero la transformación de Murcia no se detiene», puntualizó. «Tenemos que proyectar la Murcia que queremos, cada vez con una mayor dimensión humana. Esta via es muy antigua y transitada y es necesario contar con un proyecto que nos ayude a mejorar el paisaje urbano y la calidad de vida».
A esta filosofía responden 'Rehacer paisajes', presentado por el arquitecto murciano Fernando de Retes y su equipo, que propone reparar y visualizar el paisaje de la huerta, restaurar sus elementos tradicionales, instaurar nuevos nudos de comunicaciones con paradas de tranvía y aparcamientos cada 450 metros y concentrar la edificación del entorno en torres de hasta 25 plantas; 'Dosmasuno', de Martino Peña Fernández-Serrano y otros, que apuesta por privilegiar al peatón y al ciclista y plantea resolver en una primera fase la conexión con tranvía y la circulación rodada con un carril de ida y vuelta y en una segunda fase se crearía una red de intercambiadores que conecten ambas márgenes; 'Espiga', de San Juan Arquitectura, S.L., cuya propuesta aboga por modificar la ordenación de los bloques edificables creando grandes espacios peatonales que se van ramificando en espigas con el fin de evitar el efecto pantalla de los edificios al borde de la avenida; y 'Bulevar verde de El Palmar', de Nicolás Maruri, Andrés Cánovas y otros, que busca romper con el concepto de eje y sugiere habilitar una red de caminos peatonales que conecten huertas, viviendas, aparcamientos y nuevas plazas interiores.
El decano de los arquitectos, Antonio García Herrero, apuntó que los proyectos son «un alarde de creatividad». Los autores se reunirán con el jurado para debatir y exponer el contenido de sus propuestas, y a partir de entonces dispondrán de plazo hasta primavera para desarrollar sus ideas.
El resto de proyectos presentados al concurso fueron 'em(PALMAR)', de Ana Morcillo, mención de honor; 'Regreso al futuro', de Arribas y Maciá; 'Des-limitación física', de Fernández Ponce; 'Floridablanca', de Julián Franco; 'Pasos', de Juan Pedro Giménez; y 'Almajarra', de Anna Gutiérrez y Ferrán Sagarra, entre otros.
Fuente:http://www.laverdad.es
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