Muchas veces, cuando vamos a una casa, edificio, hotel o iglesia nos sentimos bien desde el momento en que entramos y no sabemos por qué. Hay algo en la luz, los colores, la temperatura o los materiales con los que se construyó, que da la sensación de comodidad, aunque tal vez no lo registremos de forma consciente.
Tan importante es este tema, que el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (MARCO) dedica cuatro de sus salas al trabajo del arquitecto estadounidense Richard Meier, quien lleva 48 años explorando las combinaciones de la arquitectura moderna para transformar las actividades humanas a través del diseño de sus construcciones.
Tan importante es este tema, que el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (MARCO) dedica cuatro de sus salas al trabajo del arquitecto estadounidense Richard Meier, quien lleva 48 años explorando las combinaciones de la arquitectura moderna para transformar las actividades humanas a través del diseño de sus construcciones.

En todas las fotografías imperan las líneas rectas, el aluminio y los barandales tubulares; también hay rampas, escaleras metálicas y vidrio, pero sobre todo simpleza y orden. Me llama la atención que prácticamente todos los muros y pisos que erige Richard Meier son de color blanco, con grandes ventanales, los cuales hacen que la luz se filtre por todos lados; un sello que provoca que su trabajo sea reconocido en cualquier lugar del mundo.
Y como todo comienza con un proyecto, Meier comparte sus bocetos originales, que es como asomarme a la intimidad del proceso creativo. Sus trazos fuertes y las maquetas hechas en madera con detalle milimétrico me hacen pensar en la paciencia y claridad de pensamiento que se necesitan para esta carrera.
Richard Meier es parte de la historia de varios países, pues ha construido importantes museos, iglesias y centros culturales, entre ellos: el Getty Center de Los Angeles, representativo de las prácticas sustentables; el Arp Museum de Alemania, que recrea formas de los castillos medievales en su entorno, y la Iglesia del Jubileo en Roma, proyecto con el que resultó ganador del concurso organizado por el Vaticano para construir la nueva parroquia de Tor Tre Teste a las afueras de Roma. Actualmente compite para reconstruir el World Trade Center de Nueva York.
Por esto ha recibido los más altos honores en su campo, incluyendo el Premio Pritzker de Arquitectura, la Medalla de Oro del American Institute of Architects y del Royal Institute of British Architects.
Me entero que México también está en la lista de países que albergarán obras de Meier. Una será la llamada Liberty Plaza, ubicada en la Ciudad de México, donde habrá dos grandes torres de oficinas, y el Hotel W Santa Fe, que se prevé inaugurar en el año 2013. Otra es el hotel W Kanai Retreta, en la Riviera Maya, el cual tendrá 180 habitaciones y estará flotando sobre una alfombra de manglares, con una espectacular vista al mar.
Hoy, Monterrey es testigo de casi cinco décadas de intenso trabajo del despacho Richard Meier & Partners Architects, que ha llenado de luz y nuevas formas de hacer fluir energía cálida dentro de espacios que parecieran fríos e inalcanzables.
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