miércoles, 18 de abril de 2012

'La arquitectura espectáculo no es tan importante para una ciudad ni para la profesión'

Quizá por los cuatro años que trabajó en el estudio de Moneo o porque la realidad de sus generación se parece más a un oscuro túnel donde no luce ni una mísera cerilla, a Jacobo García Germán (1974) no se le cuela ni un gramo de elogio hacia los adorados totems de la arquitectura mundial. "La arquitectura espectáculo, a pesar del poder mediático que tiene, no es tan importante ni para la ciudad ni para la profesión", declara.
Nostalgia de una tradición española de una "arquitectura sensata y relacionada con las tradiciones" sí. No es el único de su generación que añora la edad dorada de los Sota, Oíza y compañía. Porque la herencia de esa mezcla de creadores de espacios imposibles gracias a fastuosos presupuestos y de profesionales sin escrúpulos fabricantes de ciudades 'invivibles' que ha dominado la escena española de la última década es "desoladora".
"Cualquier arquitecto de mi quinta que quiere seguir ahí está dando clase". García Germán es profesor de proyectos en la ETSA de Madrid, clases que salpica con otras de historia del libro en la Universidad de Navarra (UN) o talleres, como 'Simetrías', impartido recientemente en la Univesidad de Roma junto a Iñaki Carnicero y Juan Herreros, entre otros. "No hay otra", confiesa, "aunque esto también se acabará en no más de cinco años, porque con la crisis las escuelas se quedarán vacías".
Y eso que (aún) no le falta trabajo, pues este año se iniciará la construcción de 70 viviendas en el barrio de Prosperidad de Madrid y tiene varios proyectos en marcha en la urbanización Ciudalcampo, de San Sebastián de los Reyes.
Una casa entre los robles
A 110 kilómetros al norte de Madrid, en plena sierra segoviana, Jacobo García Germán nos muestra su última creación residencial: un unifamiliar de tres alturas en madera y cristal -sin un solo ladrillo-, clavado en una 'urbanización ecológica', donde las calles no están asfaltadas y a las pocas parcelas (de una hectárea) donde se puede edificar les corresponde un pedazo de bosque de roble y jara de otras 30 hectáreas destinadas únicamente a la extracción de leña.
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La casa se planetó de una manera muy sencilla, "neutra pero con detalles singulares", afirma, porque el presupuesto era ajustado. Este factor, junto a la premura de los plazos y la participación de los propietarios en el diseño, determinaron la fórmula de construcción: una casa prebabricada en madera, con una arquitectura muy básica, que permitiese conseguir un contenedor muy flexible "para que con el tiempo pudiese cambiar, ya que los habitantes son aún joven y con una vida por definir".
Uno de esos "detalles" es la colocación de la entrada, ya que la secuencia hasta la puerta obliga al visitante a rodear la casa y a percibir su colocación; "te haces una composición de lugar", explica. El voladizo que remata el acceso a la inversa que los típicos oscuros zaguanes castellanos, sirve para "enmarcar el paisaje".
Madera finlandesa, patente austriaca
La carcasa principal del edificio, las placas prefabricadas, "vineron en un camión desde Austria", recuerda García-Germán, pero su procedencia original son los bosques de abetos de Finlandia, mientras que la madera que compone la fachada y forra la casa es de pino de Valsaín, un bosque segoviano situado a pocos kilómetros.
"Entre esas dos maderas hay más de 20 centímetros de aislamiento que hacen que la casa goce de una especie de anorak, de tal forma que, térmicamente, la casa es muy eficiente", explica. Así, "la casa está mucho más abrigada que una construcción de ladrillo al uso. Y ese confort técnico que produce la madera nos permite abrir grandes huecos cuya única exigenca es tener una buena carpintería".
Una vez dentro, los grandes ventanales de cuatro metros de ancho permiten recuperar la vista de la cara segoviana de la sierra. "El doble acristalamiento a prueba de humedades". En la parte de arriba, la fórmula de ventanas enfrentados al norte y al sur se repite con huecos más pequeños.
Fuente:http://www.elmundo.es/

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