El sistema de fortificaciones que logró frenar en 1810 al ejército más importante del mundo era el resultado de un largo proceso que se había iniciado a mediados del XVI. Cada etapa es también la secuencia de los ataques, saqueos y asaltos que sufrieron las distintas poblaciones de la Bahía de Cádiz, hasta que sus habitantes, cansados de tanta agresión, decidieron hacerse fuertes tras murallas de piedra y blindaron la ciudad con fortificaciones.
Así lo revelan los estudios de los investigadores José Manuel Aladro y Pilar Ortega Feliú, que han presentado la 'Guía de las fortificaciones y sistemas de defensa de la Bahía de Cádiz', editada por el Colegio Oficial de Arquitectos y el Consorcio para el II Centenario de la Constitución de 1812, junto a una edición dedicada al planeamiento urbanístico de la capital gaditana en el siglo XIX.
La publicación pretende guiar al lector por las fortificaciones de la Bahía de Cádiz en la Edad Moderna, concretamente desde mediados de siglo XVI hasta principios del XIX, concluyendo con el asedio napoleónico y la posterior llegada en 1823 de los Cien mil hijos de San Luis.
Los investigadores han seguido dos coordenadas básicas para ordenar la guía: la histórica y la territorial. La Historia, como la herramienta que permite entender los "porqué, cuándo y cómo" de cada una de las arquitecturas defensivas. Y la contextualización territorial, relevante en este caso quizás como en pocas arquitecturas, para comprender su misma esencia defensiva, en las relaciones que desde su posición establece cada edificio con el lugar que defiende y con los restantes elementos del sistema defensivo.
Aladro y Ortega insisten en que algunas de las construcciones que se proponen visitar "son joyas desconocidas de nuestro patrimonio arquitectónico", otras, "venerables vestigios de construcciones defensivas que causaron admiración al mundo".
"Lo más recomendable para el visitante curioso, sin duda, puede ser dejarse sumergir en la lectura de los capítulos, más allá de las indicaciones recibidas, y recrearse en la contemplación de los planos y láminas que la ilustran, sin otras referencias que las que la arquitectura y el lugar que visita le proporcionen".
Recorrido por el Cádiz del XIX
Por su parte, los arquitectos Juan Jiménez Mata, Julio Malo de Molina y María Pilar Ruiz Nieto-Guerrero han explicado que la 'Guía de Arquitectura del siglo XIX de Cádiz' es básicamente un recorrido por la capital, "porque, en Cádiz, el objeto arquitectónico coincide con la totalidad de la ciudad, que es como un gran edificio en el que las calles son como pasillos. La ciudad, tal como hoy la apreciamos, se conforma en el siglo XIX".
El equipo de investigadores ha asegurado que la consolidación urbana a finales del XVIII produjo una ciudad cerrada por las murallas, con escasos espacios públicos; mientras que en el XIX se produjeron diversas operaciones de reforma urbana y mejora que la dotaron de espacios libres y equipamientos, e introdujeron en la misma la arquitectura tardo-neoclásica y los estilos historicistas e isabelino. En la guía se incorpora abundante investigación inédita sobre la conformación de estos espacios.
Los itinerarios de recorrido de la ciudad se estructuran a partir del encuentro con las zonas de reforma interior, para apreciar los fuertes cambios que se produjeron y aspectos que se han perdido posteriormente. A la vez se recorren los edificios de la época, haciendo especial hincapié en los más valiosos, de los que se aportan fichas específicas, con abundante documentación gráfica. Muchos planos han sido creados expresamente para la guía.
Fuente:http://www.elmundo.es
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