lunes, 7 de mayo de 2012

Víctor Beltrí, nuestro Gaudí

Ese lema es utilizado acertadamente por la Comisión Víctor Beltrí para honrar la memoria de un arquitecto fundamental en la historia de Cartagena, pues contribuyó de manera sobresaliente a su embellecimiento y calidad urbanística. Este colectivo viene trabajando afanosamente, desde el año 2008, para la celebración del 150 aniversario de su nacimiento que se celebra ahora. Eso es tanto como decir que los ciudadanos seamos capaces de conocer y reconocer la obra de un hombre, que nacido en la población catalana de Tortosa, en 1862, murió cartagenero en 1935.
Forman parte de la Comisión su biznieto Guillermo Cegarra Beltrí, los arquitectos técnicos Pedro Alberto Belmonte y José Antonio Rodríguez y José Ignacio Ferrández, investigador de archivos y hemerotecas, que ejerce de portavoz de la misma. Conocida es la labor de difusión cultural de Ferrández en prensa y radio, además es autor del libro 'Historias de Cartagena'. Se trazaron los objetivos de preservar la obra de Beltrí, recuperando edificios amenazados, con la creación de un museo del Modernismo en algunos de estos edificios, promoviendo que una calle o plaza lleve su nombre, la organización de exposiciones y eventos que recuerden su soberbia aportación estética y con la publicación de libros, artículos, webs, etc.
Tras valorar los logros conseguidos podemos concluir que los trabajos y anhelos de esta asociación han merecido la pena. Pero todo es poco para este arquitecto municipal que firmó casi mil proyectos en cincuenta años de actividad profesional y dejó joyas como la Casa Cervantes, la Casa Maestre, Casa Dorda, Gran Hotel, Casino, Casa Llagostera, Huerto de las Bolas, Casa Zapata, Palacio de Aguirre, Asilo de Ancianos, Casa de la Misericordia, Real Club de Regatas, Fundición Frigard, Casa del tío Lobo en Portmán, reconstrucción de la catedral Santa María la Vieja y su participación en el Mercado Público de La Unión, hoy sede del Festival del Cante de las Minas.
Exposición fotográfica
Beltrí trajo el modernismo catalán, al que supo proyectarle su propia personalidad con el empleo de nuevas técnicas y nuevos materiales, dotando a Cartagena de unas nuevas señas de identidad. Para ello se valió de los deseos de exhibición pública de la burguesía enriquecida en las minas y en el comercio, clase social que emergía entre las ruinas de la guerra cantonal de 1873. Una original exposición fotográfica de Abel F. Ros nos lo muestra con cierto toque de irrealidad onírica en el espléndido Palacio Consistorial, obra del arquitecto Tomás Rico Valarino, nieto del dueño de la fábrica de cristal de Santa Lucia y marqués de dicho barrio. Juan Ignacio nos ha recordado que Beltrí portó una de las cintas que pendían del féretro de su colega Rico Valarino, durante su sepelio. Ahora está de actualidad con el acondicionamiento de su obra el Castillito de Los Dolores como cuartel de la Policía Local. Vayan a ver esta muestra, algo más que un mero reportaje fotográfico, que revela la relación de estos edificios modernistas con el entorno urbano. La visión del arte de la arquitectura desde otro arte, la fotografía. Abel goza de experiencia en exposiciones y viene trabajando para numerosos medios de comunicación.
Pero en este arranque festivo del aniversario que abrió la alcaldesa Pilar Barreiro, no faltó otra expresión artística, la música, que puso la magnífica banda Sauces bajo la batuta experimentada de Jaime Belda. Ni faltaron los 'Suspiros de España', del maestro Álvarez, pasodoble estrenado el día de Corpus de 1902, en la cartagenera plaza de San Sebastián. Excelente banda sonora de la Cartagena modernista, no en vano el principal escenario de su compositor fue la calle Mayor, plena de modernismo, donde actuaba en el café La Palma Valenciana. El título procede de los suspiros, dulces de avellana caramelizada, que se elaboraban en la confitería España. Existen diversas versiones sobre la naturaleza de esos pasteles, unos aseguran que eran de crema, llamados también 'bartolillos'.
Visitas al cementerio
Entre las actividades de la Comisión resaltan las visitas guiadas al cementerio de Nuestra Señora de los Remedios, en Santa Lucía, a beneficio de las Hermanitas de los pobres. Allí se pueden contemplar panteones que son obras de arte, como el de Celestino Martínez, debido a Beltrí. Las diferencias de clase que se visualizan durante un paseo por la ciudad de los vivos, se pueden contemplar en la ciudad de los muertos.
Víctor Beltrí fue definido por algunos de sus contemporáneos como persona de voluntad tenaz, laboriosidad sin límites, amante de la vida sencilla y el sosiego, enemigo de la fastuosidad y la vulgaridad, que prefería pensar a hablar, aunque sin llegar a ser huraño, pues la simpatía era otro rasgo de su personalidad. Honores a un creador de la Cartagena que ha llegado a nosotros, salvando el paso del tiempo y la especulación.
Fuente:http://www.laverdad.es

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