viernes, 20 de julio de 2012

Casa Maruma / Fernanda Canales

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La vivienda se sitúa en un terreno de 500 metros cuadrados con forma rectangular, en un entorno ocupado por casas unifamiliares, y se separa lo más posible de las colindancias acentuando la independencia con las casas de junto. Siguiendo la forma lineal del terreno, se optó por el diseño de un volumen alargado que se eleva sobre un cuerpo transparente abierto hacia un jardín en planta baja. Otro volumen rectangular, aunque más pequeño, se apila sobre el segundo nivel siguiendo el juego de cajas superpuestas, mientras se abre por medio de unas terrazas hacia sus dos extremos.
© Luis Gordoa
La casa se ubica ligeramente recorrida hacia la colindancia norte para generar un jardín y mayores aperturas hacia el sur aprovechando el asoleamiento. En los lados más cortos del terreno, el frente de la casa y la parte trasera se manejan como piezas sólidas, mientras la casa queda abierta hacia sus dos lados largos. En este deseo de ganar holgura y aprovechar las mejores orientaciones, la planta baja se maneja como las zona más pública, compuesta por un volumen rectangular, con jardines hacia ambos lados, permitiendo un espacio flexible capaz de abrirse por completo hacia el exterior.
© Sandra Pereznieto
Una caja más pequeña -que alberga el acceso, una estancia, la cocina y una terraza cubierta-, se incrusta dentro del volumen transparente y sostiene toda la casa que queda volando encima. Las zonas de servicio se desarrollan en la planta sótano, buscando liberar lo más posible el terreno. El cuerpo que sostiene la pastilla de planta alta aprovecha la azotea que corresponde a la sala para generar una terraza verde, que, junto con una serie de balcones para cada recámara, intentan despegarse lo más posible de la casa de junto.
© Sandra Pereznieto
La planta alta, destinada a recámaras y una estancia familiar, se maneja como un cuerpo alargado transparente hacia sus dos lados largos, interrumpido sólo por tres pequeñas cajas sólidas que albergan baños y vestidores. Alternando los balcones de las habitaciones con estas cajas de concreto aparente se reitera el juego entre lo abierto y lo cerrado que las distintas cajas van generando en todo el proyecto.
© Sandra Pereznieto
La pieza que une las distintas cajas apiladas es un gran librero de madera que sostiene el espacio central de las escaleras y corre de arriba abajo todo el proyecto. Las escaleras, desarrolladas en una sola trayectoria con el librero hacia uno de sus costados, generan un muro- mueble que comienza en la puerta de acceso y va recorriendo la sala hasta desdoblarse y subir al siguiente nivel convertido en el mueble de la sala de estar en planta alta y después en el librero del estudio en la planta de azotea. Hacia abajo, ese mismo librero de triple altura termina en planta sótano como un mueble de cava, generando un cuerpo de madera que en cada nivel va abriendo distintos huecos dependiendo del uso de cada espacio.
Fuente:http://www.plataformaarquitectura.cl/

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