La vivienda surge de la parcela como un conjunto de volúmenes entrelazados en torno al principal, que alberga las circulaciones. Estos volúmenes se distribuyen de forma orgánica generando cada uno de ellos un uso diferente en su interior.
Planta Baja
Se trata de un juego de volúmenes entrelazados, que surgen a partir del volumen de piedra negra que alberga el vestíbulo a doble altura, junto a él se encuentra un cubo de piedra blanca, que recoge el salón y el gran porche también a doble altura. Del volumen negro nace también un volumen blanco con marcado carácter horizontal que contiene los dormitorios de la vivienda. En el alzado posterior una terraza volada de piedra negra, genera el espacio exterior de las estancias del dormitorio principal a la vez que permite arrojar sombra sobre el ventanal de la cocina, permitiendo una entrada controlada de luz.
© Marta González
El mismo juego que existe entre los diferentes volúmenes, aparece reflejado en los grandes vanos que se realizan sobre éstos para introducir la luz, generando en cada volumen líneas rasgadas, o grandes paños de vidrio a doble altura, como es el caso del volumen principal que alberga el porche a doble altura. Se trata de un porche de piedra blanca abierto al jardín y piscina y que permite que el salón esté en constante contacto con el espacio exterior, fusionando de esta manera completamente el interior con el exterior de la vivienda.
© Marta González
La vivienda se organiza en torno al patio interior a doble altura, donde encontramos un estanque sobre el que asciende la escalera ligera de peldaños de vidrio, permitiendo en la vivienda una distribución central. Junto a éste espacio surge el salón también a doble altura, sobre el cual vuela la plataforma del despacho de planta primera, y juntos comparten el paño de vidrio que cubre toda la fachada para permitir la entrada de luz, que comunica con el porche exterior.
© Marta González
De ésta manera, en planta baja se distribuyen los usos de salón, cocina, lavadero, dormitorio de invitados y garaje, para en planta primera organizar en los diferentes volúmenes los dormitorios, uno para el dormitorio principal y otro para los demás.
La vivienda tiene una cubierta ajardinada, realizada con un aljibe de unos 15 cm de altura en toda su superficie, sobre el que se encuentra una capa de tierra vegetal que alberga el jardín de cubierta. De esta manera la temperatura del forjado de cubierta es uniforme a lo largo de todo el año, permitiendo que la vivienda se comporte energéticamente de manera excepcional.
© Marta González
Toda la vivienda se ha tratado para ser energéticamente rentable, con instalaciones solares térmicas. La climatización se ha resuelto con suelo radiante y refrigerante. Se le ha dotado también a la vivienda de persianas motorizadas también domotizadas para de esa manera controlar mejor el soleamiento y de vidrios de control solar para ser más eficiente energéticamente.
Fuente:http://www.plataformaarquitectura.cl
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