viernes, 14 de septiembre de 2012

Arquitectura para convivir

La ciudad costera francesa de Boulogne-sur-Mer afronta la recta final de un innovador proyecto de vivienda social. Una iniciativa a través de la que un estudio de arquitectura rehabilita una de sus zonas más deprimidas con la participación activa de sus habitantes. Arquitectura para convivir.
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Situadas cerca del Canal de la Mancha, en lo alto de esa ciudad septentrional, 60 pequeñas casas de colores experimentan desde abril de 2010 una actividad que pretende acabar en seis meses. Esas viviendas, que en su día fueron antigua morada de pescadores, pertenecen ahora a personas de ingresos reducidos o sin empleo. "En 30 años, los organismos municipales de ayuda social no han dado ni un euro y la gente se sentía abandonada", asegura Sophie Ricard, arquitecta de 29 años implicada en esta iniciativa.
El concepto para definir esta modalidad de rehabilitación por el estudio de Patrick Bouchain, famoso por sus proyectos de corte innovador y trasfondo social, es "permanencia arquitectónica". Consiste en vivir con la comunidad cuyas viviendas se renuevan para integrarse y crear nuevos lazos sociales duraderos.
Con un presupuesto de 2,4 millones de euros (38.000 euros por vivienda), ha arrancado este trabajo de tres años de duración: uno para conocer y escuchar a los habitantes, otro para diseñar el proyecto y el tercero para acometer la reforma. "Empezamos construyendo un gran jardín y un huerto con ayuda de los niños para conocernos", explica Ricard. La joven, alma de la iniciativa sobre el terreno, desborda su papel de arquitecta y se ha convertido en el epicentro de la comunidad.
Para incluir a los 250 habitantes en la iniciativa, Ricard, ha organizado talleres para que eligiesen el color de las fachadas y las paredes interiores y aprovechó las habilidades de los ocupantes en trabajos de fontanería o pintura. La remodelación se ha llevado a cabo con materiales ecológicos y ayuda de empresas locales. El director general de la oficina de vivienda social de Boulogne, Philippe Charton, apunta como principal artífice al ex alcalde y actual Secretario de Estado de Transporte, Frédéric Cuvillier.
Con un parque de 6.000 alojamientos con alquiler reducido en una población de unas 119.000 personas, la agencia ha ensayado con frecuencia proyectos innovadores, "pero ninguno como este". Los vecinos incluso han aceptado pagar el aumento del precio de alquiler, que en algunos casos se ha triplicado.
Fuente:http://www.elmundo.es/

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