miércoles, 6 de marzo de 2013

Voronoi’s Corrals / decaARCHITECTURE


© Stale Eriksen
Arquitectos: decaARCHITECTURE
Ubicación: Milos Island, Cyclades, Grecia
Equipo De Diseño: Carlos Loperena, Alexandros Vaitsos, Eva Tsouni, Minna Colakis, Stefanos Nassopoulos, Jo Burtenshaw, Alison Katrii, Roza Giannopoulou
Construcción: Carlos Loperena, Dimitra Palaiologou
Ingeniería Mecánica: George Kavoulakos
Ingeniería Estructural: Christos Kaklamanis
Consultor Plantación: Kalliopi Grammatikopoulou
Área: 300 m2
Año: 2012
Fotografías: Stale Eriksen, Cortesía de decaARCHITECTURE
El sitio de esta casa es una gran parcela de 60.000 metros cuadrados en la costa sur de la isla de Milos, Grecia, protegido por el tratado europeo Natura 2000, que permitió la construcción de sólo 250 m2. Por lo tanto, se exploró en el terreno en busca de micro-ambientes, identificando los lugares más potentes para una variedad de usos, teniendo en cuenta la trayectoria del sol, los vientos dominantes, las vistas, el sonido del mar, la morfología geológica y la flora del lugar. Estos son los puntos elegidos para estimular la propuesta, formando una cuadrícula cartesiana. La red se basa en las ideas del matemático Georgy Voronoi. Esta red de Voronoi  define la estructura geométrica de la intervención, desde el calendario de siembra, el diseño del espacio hasta el patrón de suelo.
© Stale Eriksen
La ubicación de la casa principal (que también llamamos el Corral de inmersión), coincide con la colisión de dos cuerpos geológicos. La isla de Milos es de origen volcánico y la costa sur se caracteriza por sus acantilados irregulares de piedra toba. La decisión formal y el material de la casa se refiere a las formaciones geológicas más grandes prevalecientes en el lugar. El caparazón está hecho de bloques de piedra caliza de 4 cm de espesor y está conformado a través del apilamiento de los bloques. La intensificación de la azotea es el resultado de la negociación de las diversas inclinaciones del techo. El edificio no hace ninguna alusión a un pasado vernáculo sino a las formas primitivas que existen en el lugar. Las extremidades del volumen tienen pendientes en diferentes grados que siguen la inclinación de los afloramientos rocosos y la dirección de las vistas, lo que disminuye la masa del edificio. La piedra caliza proporciona una alta protección térmica y la cubierta oculta los elementos mecánicos utilizados para el drenaje y la ventilación.
© Stale Eriksen
Un huerto de 550 árboles de olivo fue plantado con vides de uva, verduras y hierbas aromáticas. La vegetación está protegida de las cabras salvajes con un muro de piedra sinuoso de más de 700 metros de longitud. A medida que la topografía se inclina hacia el mar, el muro aumenta de altura para revelar la fachada de una casa de invitados. El campo sólo es interrumpido por una incisión en el suelo, creando un pequeño espacio público que puede ser transformado por paneles deslizantes. Los paneles de vidrio desaparecen en las paredes para borrar la distinción entre la vida interior y exterior. La casa de huéspedes es sólo un muro de retención habitado en el paisaje y en ese sentido es meramente parte de él.
© Stale Eriksen
Durante el desarrollo del proyecto, los arquitectos se encontraron con que un tercio de la parcela había sido arada y cultivada por lo menos desde hace más de 60 años. Además de la plantación extensiva propuesta, también se comprometieron con la idea de la productividad rural de la tierra mediante el empleo de estrategias mecánicas. Estas le dieron al proyecto su independencia para apoyar sus actividades de ocio sin sobrecargar excesivamente el medio ambiente.

Corte
Fuente:http://www.plataformaarquitectura.cl/

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