© Andrés Flajszer
Arquitectos: Batlle i Roig | Enric Batlle, Joan Roig
Ubicación: Barcelona, España
Colaboradores: Eva Polío, Oriol Vañó, Carme Balada, Diana Calicó, Elisabeth Torregrossa, Dolors Feu, Marta Ballester, Gerardo Rodríguez, Albert Colomer
Año Proyecto: 2009
Fotografías: Andrés Flajszer
© Andrés Flajszer
Can Bisa es un caserón de finales del siglo XIX actualmente propiedad del Ayuntamiento de Vilassar de Mar. Asentada en la Riera de Cabrils, ocupa parte de una manzana en la cual existía una fábrica, en la actualidad ya derrumbada. Su valor histórico y patrimonial y la posición estratégica que ocupa en el conjunto urbano hicieron que el consistorio la considerase idónea para ubicar en ella un equipamiento cultural y al mismo tiempo propusiera completar el conjunto con un edificio de viviendas de protección oficial.
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El desarrollo del programa del equipamiento demostró la imposibilidad de dar cabida a la totalidad de usos en Can Bisa, que se destinó básicamente a despachos municipales mientras que el auditorio, el bar y las salas de reuniones se situaron en la planta baja del edificio de viviendas.
© Andrés Flajszer
El Plan General determinaba para las viviendas dos volúmenes de alturas diferentes unidos en forma de L, para respetar los gálibos de las calles y asentados sobre una base de mayor dimensión destinada a situar en ella el auditorio. La voluntad del proyecto fue la de unificar el volumen mediante una única cubierta en pendiente, construir una fachada continua hacia las calles desde las que se accede a las viviendas y articular la volumetría interior para favorecer la relación con el caserón. El pasaje que se genera entre ambos edificios se convierte en el acceso principal al conjunto. Su dimensión la asimila más a un patio y juntamente con los jardines alrededor de Can Bisa conforman unos espacios de tiempo libre y ocio que complementan la oferta de actividades del equipamiento. Unas macetas creadas expresamente por la ceramista Carme Balada ordenan el conjunto.
© Andrés Flajszer
Tanto el edificio de viviendas como el caserón se tratan con un acabado superficial de estuco blanco texturado en franjas de anchura variable. Los balcones y pórticos son metálicos y las celosías, cerámicas. En una de las fachadas se recupera de manera testimonial un fragmento de la antigua fábrica.
Planta Baja
Fuente:http://www.plataformaarquitectura.cl/
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