viernes, 16 de agosto de 2013

Clásicos de Arquitectura: Museo Mac de Barcelona / Richard Meier & Partners Architects, LLP

© Ricardo Vidal
El edificio del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona, de hormigón, aluminio blanco y vidrio, es obra del reconocido arquitecto norteamericano Richard Meier, proyectado en 1990 y construido entre 1991 y 1995. Conocido por ser una articulación de varios prismas (de 120 x 35 metros de base y 23 metros de altura), que ocupan 14.300 m2 útiles, este edificio, al igual que en casi toda la arquitectura de Meier, reinterpreta formalmente el racionalismo con referencias al movimiento moderno, especialmente a Le Corbusier.
© Ricardo Vidal
Dentro de su contexto, respondiendo a su escala y orientación, este museo juega un rol importante en la re-estructuración del barrio gótico de Barcelona. Las lineas claras y combinación de curvas con rectas, hacen un todo armonioso en una planta estructurada en cuatro espacios cuadrangulares claros, atravesados por uno circular que los divide y los organiza.
© Ricardo Vidal
Esta geometría se suaviza con la luz exterior, que penetra en el edificio a través de galerías abiertas y los grandes lucernarios. El volumen cilíndrico que atraviesa verticalmente todas las plantas en el centro del edificio, va desde el sótano hasta la cubierta, articulando, a lo largo de un eje longitudinal, las zonas de exposición, constituidas por tres niveles a partir de la planta baja.
© Ricardo Vidal
El acceso principal es paralelo a la calle peatonal que lo delimita y una suave curvatura de esta circulación marca un movimiento centrífugo del vestíbulo, conectando las geometrías del museo con las de su contexto urbano que se caracteriza por las intersecciones sesgadas y las bovedas de las antiguas iglesias. Este acceso público se sitúa aproximadamente en el centro de la fachada principal, en el mismo punto donde se inicia un pasaje de conexión con el jardín posterior que divide la planta baja en dos zonas: las zonas privadas y la tienda-librería, y el vestíbulo de acceso a las salas geométricas de exposición.
© Ricardo Vidal
La fachada de vidrio permite ver el conjunto de la Plaza. Este volumen transparente sirve para orientar al visitante, uniendo la fachada más pública del museo y los volúmenes más cerrados de las galerías. La pared acristalada, paralela a la rampa también ayuda a filtrar la luz natural que entra desde el sur.
© Ricardo Vidal
La zona privada del edificio, a la que se accede por la fachada lateral oeste, incluye la recepción de oficinas, el muelle de descarga y 1.475 m2 de oficinas, que se reparten en siete plantas. La zona de reservas e instalaciones se encuentra en el sótano y ocupa 2.250 m2. Los accesos a la planta -1 son privados, a excepción del Auditorio.
Planta
El edificio recibe iluminación natural tanto por las oberturas y rendijas de las esquinas como por los muros cortina y los lucernarios de la cubierta. Así, algunos forjados se separan de la línea de la fachada y de los cerramientos permitiendo la continuidad de la luz cenital. Esta misma idea se aplicó en el atrio, el espacio de relación por excelencia del edificio. En este caso se resolvió con una galería vertical, paralela a la fachada, que filtra y reparte la luz por los tres niveles de circulación interior del museo. El atrio también vincula las plantas públicas a través de las rampas de acceso y de un pasillo que conduce a las salas de exposición.
© Ricardo Vidal
Arquitectos: Richard Meier
Ubicación: Barcelona, España
Referencias: Richard Meier, Macba
Año Proyecto: 1995
Fotografías: Ricardo Vidal
Fuente:http://www.plataformaarquitectura.cl/

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