ARQUITECTURA, INGENIERÍA Y CONSTRUCCIÓN: D house / Lode Architecture

© Daniel Moulinet
Arquitectos: Lode Architecture
Ubicación: Brittany, Francia
Area: 250.0 m2
Año: 2012
Fotografías: Daniel Moulinet
Colaboradores: Arnaud Lacoste / Jérôme Vinçon
Dimensiones: 16.10m x 9.20m x 6.00m
Estructura: Muro de Concreto, Marco Acero, Madera
Fachada: Superficie vidriada, madera
Suelo: Piedra, Corcho
Muebles: Madera laminada enchapada
Calefacción: bomba de calor geotérmica con colectores verticales

Varado a orillas del estuario, donde las aguas dulces cumplen con las crecientes oleadas, la casa D cultiva contradicciones. Puede ser un refugio o un lugar de recepción, un espacio íntimo o el lugar para ir de fiesta. Es impulsado por las corrientes opuestas y su carácter varía en función de los estados de ánimo de sus ocupantes y de los ciclos naturales.

Al descubrir la casa, lo primero que debemos vislumbrar es la sección que sobresale. Gracias a un muro de contención, un espacio hueco aparece a abajo. La vida se organizan en torno a la chimenea, a las escaleras y a una cocina central. Todo a su alrededor, las vistas panorámicas del paisaje y del río, son ofrecidos desde el piso superior. Pozos de luz atraviesan el piso de arriba ingresando al cielo en un paisaje mezclado. En el suelo, la piedra desaparece, y los ángulos de las ventanas se desvanecen. Vivimos en el interior de la madera.

Arriba, una sucesión de pequeños espacios crean un ambiente silencioso completamente diferente. Cruzamos una serie de habitaciones contiguas, iluminadas a través de celosías de madera que filtran la vista y la luz tenue. Desde las habitaciones, se puede acceder fuera de los espacios cerrados para que entre aire fresco o tomar el sol por encima de la sala de estar. La naturaleza está por todas partes.

Las fachadas opuestas reflejan la dualidad de estos espacios. De maneras muy diferentes, ambos adoptan la misma estrategia de camuflaje: el reflejo de las hojas de las superficies acristaladas, o el revestimiento de tablas sin tratar, que imitan la naturaleza que lo rodea y cuya textura se funde en el entorno arbolado. La sofisticación y rusticidad, la abstracción y la materialidad, la arquitectura de la casa trabaja con juegos dialécticos, como un paisaje que extrae su fuerza de la confrontación de los elementos.