José Luis Pardo, el País.
La construcción masiva que ha caracterizado a España durante la última década parece cosa del pasado. Los arquitectos cerraron su congreso haciendo autocrítica y apostando por un nuevo modelo basado en la rehabilitación urbana y el crecimiento sostenible. "Hemos decidido cambiar y ser más sociales y cuidadosos con el medio ambiente", aseguró su presidente, Carlos Hernández Pezzi.
En el acto de clausura de su encuentro nacional, celebrado esta semana en el Palacio de Congresos de Valencia, todos remaron en la misma dirección: "Hay que servir a la sociedad, que es a la que nos debemos". Para sentar las bases de este cambio de rumbo, los profesionales subrayaron que es hora de dejar atrás los paisajes violentados y las viviendas vacías, que según sus conclusiones, "nunca se deberían llamar viviendas". Y es que en España el número de construcciones de los últimos años ha duplicado la demanda de los ciudadanos. En la actualidad, se cuentan 600.000 casas sin habitantes, según datos del Ministerio de Vivienda.
Después de tres días de "terapia de grupo", como la definió Francisco Camino, uno de los ponentes, han sentado las bases para hacer un lavado de cara a la profesión, que debe superar una triple crisis: económica, ambiental y energética. La rehabilitación del centro de las ciudades y sus barrios será el eje del nuevo modelo en detrimento del urbanismo extensivo que ha plagado el paisaje del país de casas unifamiliares y chalés.
Hernández Pezzi se mostró muy satisfecho con la repercusión del congreso y defendió que "España es un país joven que todavía puede crecer", pero no con el modelo actual. El presidente de los arquitectos propuso que la profesión se abra a nuevos campos, como el diseño industrial o la arquitectura efímera, y subrayó la importancia de que los proyectos de urbanismo sean globales.
La ministra de Vivienda, Beatriz Corredor, presidió el acto de clausura una hora después de firmar un convenio con Hernández Pezzi para la protección de los Bienes de Interés Público. Su discurso estuvo en consonancia con el de los profesionales. "Hay que olvidarse de construir 700.000 viviendas al año, nunca más debería ser así", expuso. "La ley del suelo tiene gran parte de culpa" de esta manera de actuar, añadió.
Después de agradecer a los asistentes su papel en la mejora de la calidad de las viviendas de protección oficial, defendió que la arquitectura debe ser "un patrón de crecimiento sostenible en el uso de los recursos" y afín a las nuevas tecnologías.
En un plano más estrictamente profesional, los ponentes insistieron en que la profesión debe colaborar con todo el sector, sobre todo con los ingenieros, y criticaron la "masificación" de las escuelas, de donde salen 3.000 nuevos arquitectos en cada promoción.
"No voy a decir lo de Samaranch de que estos han sido los mejores Juegos Olímpicos de la historia", pero "el congreso ha servido para sacarnos de la incertidumbre en un momento tan difícil", concluyó Hernández Pezzi. La hoja de ruta ya está marcada, sólo falta cumplirla.
Conclusiones del Congreso de Arquitectos
- Fomentar la función social de las construcciones, dejando atrás la arquitectura espectáculo.
- Apostar por la rehabilitación de los centros urbanos y los barrios como motor de la profesión.
- Impulsar un modelo sostenible desde el punto de vista económico, energético y medioambiental.
- Olvidar el urbanismo extensivo y respetar el suelo edificable.
- Volcarse en el I+D+i para paliar la falta de doctores e investigadores.
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