San José del Cabo, B.C.S.
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26.01.2009 – 19.46 hrs
El hotel Palmilla construido en 1956 con apenas 15 habitaciones por Abelardo Rodríguez, hijo del entonces presidente de México, y sólo se podía acceder al resort en avión privado o por barco. Más tarde, con la construcción de la carretera transpeninsular el hotel se hizo más popular y fue ampliado a 50 habitaciones, mientras que siete años más tarde abrió el Campo de Golf y fue nuevamente ampliado a 115 habitaciones. En el 2004 fue adquirido por la cadena One & Only y remodelado para colocarlo entre los hoteles más lujosos de América.
Por empezar, el entorno es fabuloso. Está enclavado en un sitio privilegiado donde se puede encontrar absoluta privacidad además de que la playa en cuya orilla está ubicado es una de las más bonitas de la región y una de las pocas aptas para la natación.
En sus costas se pueden ver pasar las ballenas en los meses de diciembre a mayo, mientras que la variedad del fondo marino es ideal para hacer submarinismo o para salir a pescar.
Como propuesta de ocio también se puede disfrutar de uno de los últimos servicios incorporados en el hotel, dar un paseo a bordo del yate SunSeeker Portofino con capacidad para hasta 8 personas en el que se puede navegar durante el día, o mejor aún, disfrutar de un cocktail a la hora del atardecer, que dicen que por allí las puestas de sol son inolvidables.
Todas las habitaciones tienen vista al mar y dispone de 13 villas privadas que son espectaculares.
Uno de los puntos fuertes del resort es su campo de golf de 27 hoyos diseñado por Jack Nicklaus que por su complejidad y belleza está entre los cuatro mejores de México.
También es digno de mencionar el spa, el cual brinda a los huéspedes los tratamientos de belleza y salud en sus propias habitaciones. Igualmente renombrados son los restaurantes C y Agua, el último a cargo de Charly Trotter, considerado uno de los tres mejores chefs del mundo. Además de saborear allí de sus exquisiteces se puede disfrutar de una preciosa vista de la piscina sin fin con el mar de fondo.
Por si todo esto fuera poco romántico, el resort dispone de una capilla privada donde se celebran bodas, lo que lo hace un destino perfecto tanto para casarse como para ir de luna de miel.
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