30 años en el Servicio de Patrimonio Arquitectónico del Departamento de Cultura y Turismo del Gobierno de Navarra y profesor de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la UN.
pamplona. El arquitecto catalán Leopoldo Gil Cornet imparte hoy a las 19.30 horas en el Palacio del Condestable una conferencia sobre Defender las murallas, enmarcada en el ciclo La vida de ayer y hoy en la ciudad amurallada.
¿Por qué defender las murallas?
La institución Príncipe de Viana las defiende por ley, es el encargado de protegerlas. Están declaradas Bien de Interés Cultural (BIC) y la sociedad ha convenido que es algo que tenemos que conservar y transmitir a las siguientes generaciones. Forman parte del patrimonio de una ciudad, los hay más importantes y otros de menor envergadura, todos forman parte de nuestra historia y en ellos estamos reflejados.
¿Es consciente la ciudadanía del valor de su patrimonio?
Navarra tiene una tradición muy importante con respecto a la conservación del patrimonio. Hay una cultura muy arraigada en la sociedad sobre esto. A veces no tienen mucho valor artístico o documental, pero es algo del pueblo y tiene mucha importancia social, que es lo que tiene más fuerza.
¿Qué nos cuentan las murallas de la historia de la ciudad?
Al interpretarlas, nos cuentan cómo forman parte de la historia de Navarra, conformaron los tres burgos y, más adelante, la ciudadela protegía la ciudad... Todo esto nos identifica con el pasado. Me sorprende la cantidad de monumentos que siguen apareciendo y la capacidad de los monumentos de contarnos su propia vida. La arquitectura moderna es más perecedera.
¿Es compatible el desarrollo urbanístico y la conservación del patrimonio?
Debe serlo, uno no se puede quedar fosilizado en un determinado momento. Pero hay que hacerlo de forma equilibrada y con prudencia, sin destrozar lo existente y sin renunciar a un progreso legítimo. El pasado no puede ser impedimento para que la sociedad sea mejor.
¿De qué depende la intervención en un monumento?
Tenemos un baremo, vemos si urge intervenir o por cercanía con determinadas fechas significativas (año Jacobeo, aniversarios), también depende de las circunstancias políticas. A cada grupo le puede interesar intervenir en algo distinto.
¿Cómo se lleva a cabo?
Antes de las obras hay un periodo de estudios previos, en los que se trata de conocer el monumento, donde intervienen restauradores de la piedra, arquitectos, ingenieros, historiadores, arqueólogos, etc. Todos registran los datos para poder ejecutar el proyecto. Se prepara y aprueba la actuación. Cuando finaliza, se procede a lo que se denomina explotar el éxito, es decir, difundir la restauración y abrirla al público.
¿Qué opina del estado de las murallas de la ciudad?
Excelente. Ya queda muy poco por hacer, el frente de Francia está restaurado, falta el Baluarte de Labrit, la cortina de la Magdalena. Pero hay que mantenerlo.
¿Cuáles serán las líneas de su conferencia?
Me parece fundamental explicar cómo la restauración del Frente de Francia de las murallas, el entorno del Archivo de Navarra y el jardín del Palacio Real han servido de pauta para el resto de rehabilitaciones de las murallas. Además, entre otros, haré hincapié en la descripción de la nevera del Palacio, que no está abierta al público y es interesantísima. Contaré lo que pasó durante el proceso, todo lo que la gente no ha podido ver en una obra. También haré recomendaciones acerca de lo que se puede ver.
¿Por qué decidió dedicarse a la restauración del patrimonio?
Porque me gusta mucho la historia y tuve la oportunidad de entrar en Príncipe de Viana, me encargaron un trabajo en Roncesvalles en 1962.
Fuente: http://www.noticiasdenavarra.com
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