martes, 3 de mayo de 2011

La arquitectura en Málaga

FRANCISCO JOSÉ BARRIONUEVO CANTO. PRESIDENTE DE NOVASOFT Y DEL CONSEJO SOCIAL DE LA UMA
Tuve la suerte de asistir la semana pasada a la presentación del libro: El oficio de la arquitectura moderna 1968-2010. Escrito por el arquitecto y profesor de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Málaga Javier Boned Purkiss, y que ha encarado mediante un formato innovador a través de la conversación, ayudando así a un mejor entendimiento del lenguaje arquitectónico.
En los primeros minutos de la presentación empaticé con el objetivo del libro, que no es otro que poner en valor el trabajo bien hecho por parte de un grupo de profesionales de la arquitectura –albañiles distinguidos como le gusta decir a Salvador Moreno Peralta? . Según Ortega, no existe de ningún modo una «conciencia colectiva», y va a tener razón, sobre todo en Málaga. Aunque podríamos inferir que este tipo de obras literarias lo que viene a provocar es la construcción de la citada conciencia colectiva, y de paso aumentar nuestra autoestima y riqueza sostenida.
Me perdí unos minutos de la presentación por haber llegado tarde, y cuál fue mi sorpresa al entrar al salón de actos del Rectorado: ¡lleno absoluto! Y eso que coincidió con la hora del partido del Barça y la manifestación convocada por el Día de la Mujer; por cierto, con la que me tropecé y que sorprendentemente iba a ritmo de carnaval y estaba encabezada por nuestro Alcalde. A pesar de todos los imponderables la presentación fue un éxito de público y de ponentes, a cuál más brillante en su exposición.
He tenido el tiempo necesario para leer parte de este libro, y así llegar a concluir que rezuma amor por Málaga y por la arquitectura, siempre a través de la obra y el legado de este grupo de conspicuos arquitectos escogidos por el autor.
Málaga puede presumir de tener una arquitectura vanguardista, y no era lógico que nuestra Universidad no tuviese su Escuela de Arquitectura. Ésta vio la luz hace unos pocos años –curso académico 2005-2006?; tal vez esta circunstancia sea la causante de que haya nacido ligera de equipajes y sin lastres del pasado. Pero las cosas no suceden por arte de magia, este hecho hay que arrogárselo a mi predecesor en el Consejo Social, el abogado Cabra de Luna y a sus compañeros de viaje del Consejo Social que pusieron todo su empeño; liderando la iniciativa el Rector D. Antonio Díez de los Ríos, para dar el remate final nuestra Rectora, para que Sevilla (la Junta) terminara dando su plácet a esta nueva Facultad para Málaga.
Este libro es uno de los muchos frutos que nos irá dando la Escuela de Arquitectura de Málaga. ¡Ay! que sería de Málaga sin sus arquitectos y el empeño que ponen en su quehacer a la hora de promover sus obras, y por este tesón puesto de manifiesto la ciudad de Málaga debe estarles eternamente agradecida.
Me quedo con una de las ideas que dijo el autor del libro en su presentación: hay que contar que somos buenos y que lo hacemos bien… Qué importante es mantener la memoria histórica, sin olvidar a quienes la alimentan de manera generosa a través de la edición de libros y todo tipo de publicaciones; este es el modo más seguro de que se vayan sumando piezas al puzle de la historia de nuestra ciudad.
Termino citando a Albert Sheweitzer, cuando afirmaba que los únicos que serán realmente felices son aquellos que hayan buscado y descubierto cómo servir.


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