«Three, two, one...» a mediados de este mes concluirá la construcción del que será el edificio más sostenible de la NASA. Los datos hablan por sí solos. La Base Sostenible, ubicada en Moffett Field (California), consumirá entre un 55 y un 70 por ciento menos de energía al año que un edificio convencional. Entre las medidas pasivas, utilizarán luz natural, iluminación eficiente, elevado aislamiento, ventilación, sombreado en la cubierta y climatización geotérmica.
Para cubrir el resto de necesidades energéticas, se valdrán de las renovables. Así, «en una primera fase, instalaremos sobre el techo del edificio 170 kW fotovoltaicos que producirán 220.000 kWh al año. Además, un 60 por ciento de las necesidades de agua caliente se generarán por energía solar térmica», según los datos facilitados por el estudio de arquitectura de William McDonough + Partners, autores del edificio.
Sin estas medidas, «la Base –que albergará a unos 200 trabajadores– tendría una demanda energética anual de 2.300 gigajulios (GJ). En cambio, sólo gracias al uso de medidas pasivas la demanda se reduce a 1.100 GJ. Con la calefacción radiante y la refrigeración geotérmica, la demanda se reduce a 600 al año, por lo que gracias a la disminución de un 55 por ciento del consumo de energía anual, la NASA ahorrará 13.925 euros al año», aseguran. Lo que permitirá ir amortizando los 14,3 millones de euros que ha costado sólo el edificio.
Desde el Centro de Investigación de Ames de la NASA son más optimistas: «Esperamos utilizar en la práctica entre un 60 y un 70 por ciento menos de energía en este edificio cuya construcción finalizará en unos días».
De hecho, en un futuro, para lograr una producción neta de energía positiva instalarán «paneles fotovoltaicos sobre los aparcamientos, paneles solares de concentración fotovoltaica y pequeñas turbinas de viento. Además, la NASA planea incorporar una celda de combustible de óxido sólido para mayor producción energética. Cuando estas estrategias sean implementadas, se prevé generar un 22 por ciento más de energía que la que requiere para operar», añaden desde el estudio de arquitectura.
Agua con Tecnología espacial
Además, se espera que esta instalación que se levanta sobre una superficie de 50.000 m2, «sólo consuma un 10 por ciento del agua potable que requeriría un edificio convencional. El riego se llevará a cabo con agua reciclada y para los inodoros se utilizarán las aguas grises que serán recicladas gracias a un sistema de ósmosis inversa, una tecnología desarrollada por la NASA para el tratamiento de aguas residuales en viajes espaciales», explican fuentes del Centro de Investigación de Ames.
Asimismo, tendrán diversos sistemas inteligentes que permitirán, entre otras cosas, el control de iluminación y de las persianas, así como detectores de humedad, todo sea por mejorar la climatización y el confort del edificio.
Todas estas medidas han permitido que la Base Sostenible haya obtenido ya la calificación Oro Leed y que vaya a por la Platino, la nota más alta que otorga Green Building Council. Pero en el diseño de este edificio no sólo contó que fuera respetuoso con el medio ambiente. Además de perseguir una evocación de cómo se ve la Tierra desde el espacio, el exoesqueleto del edificio ha sido diseñado para estabilizarlo en caso de que se produzca un terremoto y facilitar las reparaciones de después. Además, tanto el exoesqueleto como la cubierta del mismo recuerdan la forma de los módulos lunares (el vehículo espacial diseñado para el alunizaje durante el programa Apolo). En definitiva, un edificio que se convertirá en un hito en construcción sostenible. Si no lo ha hecho ya, al haber ganado el premio Bienes Inmuebles, que otorgan los Servicios Generales de Administración de EE UU, en la categoría de Innovación Verde.
Para cubrir el resto de necesidades energéticas, se valdrán de las renovables. Así, «en una primera fase, instalaremos sobre el techo del edificio 170 kW fotovoltaicos que producirán 220.000 kWh al año. Además, un 60 por ciento de las necesidades de agua caliente se generarán por energía solar térmica», según los datos facilitados por el estudio de arquitectura de William McDonough + Partners, autores del edificio.
Sin estas medidas, «la Base –que albergará a unos 200 trabajadores– tendría una demanda energética anual de 2.300 gigajulios (GJ). En cambio, sólo gracias al uso de medidas pasivas la demanda se reduce a 1.100 GJ. Con la calefacción radiante y la refrigeración geotérmica, la demanda se reduce a 600 al año, por lo que gracias a la disminución de un 55 por ciento del consumo de energía anual, la NASA ahorrará 13.925 euros al año», aseguran. Lo que permitirá ir amortizando los 14,3 millones de euros que ha costado sólo el edificio.
Desde el Centro de Investigación de Ames de la NASA son más optimistas: «Esperamos utilizar en la práctica entre un 60 y un 70 por ciento menos de energía en este edificio cuya construcción finalizará en unos días».
De hecho, en un futuro, para lograr una producción neta de energía positiva instalarán «paneles fotovoltaicos sobre los aparcamientos, paneles solares de concentración fotovoltaica y pequeñas turbinas de viento. Además, la NASA planea incorporar una celda de combustible de óxido sólido para mayor producción energética. Cuando estas estrategias sean implementadas, se prevé generar un 22 por ciento más de energía que la que requiere para operar», añaden desde el estudio de arquitectura.
Agua con Tecnología espacial
Además, se espera que esta instalación que se levanta sobre una superficie de 50.000 m2, «sólo consuma un 10 por ciento del agua potable que requeriría un edificio convencional. El riego se llevará a cabo con agua reciclada y para los inodoros se utilizarán las aguas grises que serán recicladas gracias a un sistema de ósmosis inversa, una tecnología desarrollada por la NASA para el tratamiento de aguas residuales en viajes espaciales», explican fuentes del Centro de Investigación de Ames.
Asimismo, tendrán diversos sistemas inteligentes que permitirán, entre otras cosas, el control de iluminación y de las persianas, así como detectores de humedad, todo sea por mejorar la climatización y el confort del edificio.
Todas estas medidas han permitido que la Base Sostenible haya obtenido ya la calificación Oro Leed y que vaya a por la Platino, la nota más alta que otorga Green Building Council. Pero en el diseño de este edificio no sólo contó que fuera respetuoso con el medio ambiente. Además de perseguir una evocación de cómo se ve la Tierra desde el espacio, el exoesqueleto del edificio ha sido diseñado para estabilizarlo en caso de que se produzca un terremoto y facilitar las reparaciones de después. Además, tanto el exoesqueleto como la cubierta del mismo recuerdan la forma de los módulos lunares (el vehículo espacial diseñado para el alunizaje durante el programa Apolo). En definitiva, un edificio que se convertirá en un hito en construcción sostenible. Si no lo ha hecho ya, al haber ganado el premio Bienes Inmuebles, que otorgan los Servicios Generales de Administración de EE UU, en la categoría de Innovación Verde.
1. Materiales
Además de utilizar materiales inteligentes, han dado preferencia a materiales reciclados y recuperados.
2. Sistemas de Control
Tiene diferentes sistemas de control y monitorización que permiten reducir el despilfarro energético y añadir confort.
3. Tejado solar
Han instalado 170 kilovatios (kW) fotovoltaicos en el tejado que producirán 220.000 kWh al año.
4. Conexión Exterior
La nueva Base incluye medidas que permiten una iluminación y ventilación natural de las instalaciones.
5. integración
La Base Sostenible tiene zonas verdes. En la construcción no se ha talado ningún árbol.
6. Geotermia
Cuenta con un sistema cerrado con 100 pozos.
7. Envolvente
La envolvente del edificio tiene un alto nivel de rendimiento energético.
Fuente: http://www.larazon.esAdemás de utilizar materiales inteligentes, han dado preferencia a materiales reciclados y recuperados.
2. Sistemas de Control
Tiene diferentes sistemas de control y monitorización que permiten reducir el despilfarro energético y añadir confort.
3. Tejado solar
Han instalado 170 kilovatios (kW) fotovoltaicos en el tejado que producirán 220.000 kWh al año.
4. Conexión Exterior
La nueva Base incluye medidas que permiten una iluminación y ventilación natural de las instalaciones.
5. integración
La Base Sostenible tiene zonas verdes. En la construcción no se ha talado ningún árbol.
6. Geotermia
Cuenta con un sistema cerrado con 100 pozos.
7. Envolvente
La envolvente del edificio tiene un alto nivel de rendimiento energético.
www.calcugal.com
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