pamplona. El II Congreso de Arquitectura y Sociedad tuvo un cierre de lujo ayer con una conferencia de Rafael Moneo, reciente Premio Príncipe de Asturias de las Artes, en la que el tudelano se preguntó si se puede hablar de lenguaje común en la arquitectura contemporánea. Asimismo, durante una comparecencia previa ante los medios, afirmó que cuando trabaja siempre tiene en cuenta las referencias del espacio en el que se emplazarán sus diseños, no tanto como punto de partida condicionante, sino como elemento a tener en cuenta para ser capaz de superar el contexto y abrir nuevas posibilidades. No en vano, "la arquitectura es la percha de la historia", dijo, y a través de ella se puede saber mucho de un lugar y de una sociedad.
El Pritzker navarro contó que, en estos momentos, lo que más le interesa de su trabajo es "constatar cómo cambiará el medio en el que estará el edificio una vez que se construya". En concreto, respecto al Museo Universidad de Navarra que ahora se construye en Pamplona, Moneo dijo que esta estructura "ayudará a dibujar un poco mejor los contornos y el perímetro del campus" y "si realmente el edificio trae consigo que las gentes de Pamplona crucen más fácilmente la vía de cintura atraídas por una exposición o por una película", en efecto, el edificio estará ayudando a que "se solapen distintos sectores de la vida social de la ciudad y de la universidad", estrechando la relación entre ambas. En todo caso, "no será el aspecto físico del inmueble lo que más se note en la vida de la ciudad", sino que "lo que tendrá más valor" será el tipo de actividad que albergue.
de la debilidad, virtud Acerca del lema central del congreso, Lo común, el de Tudela apuntó que hoy existe un interesante debate en torno a lo público y lo privado, "y es en los bordes donde termina lo individual y empieza lo compartido donde nos gustaría intervenir". Eso sí, "para que los arquitectos podamos actuar en la realidad, es preciso ganarse el respeto de la sociedad", y ser "juiciosos"; es decir, "saber que nuestra labor es ofrecer soluciones, no crear obras de arte". Al mismo tiempo, los gobernantes "tienen que confiar" en los profesionales, que deben saber que, una vez entregados, los edificios "dejan de ser suyos para pasar a formar parte de la ciudad", lo que "no quiere decir que se pierda la memoria" de su autor.
El responsable de obras como el Kursaal de San Sebastián no se mostró ajeno a la crisis, aunque no cree que se pueda hablar de generaciones perdidas. "Las gentes tendremos que adaptarnos a otras condiciones de vida", pero "todo lo que la vida supone no se habrá perdido", subrayó, y agregó que incluso en los regímenes autoritarios "pudiera llegar a parecer que generaciones enteras han perdido la posibilidad de vivir", pero no es así, ya que "las pasiones humanas se resisten a cualquier estructura que mediatice la posibilidad de vivir y sentir". En cuanto a la arquitectura, Moneo consideró que durante una crisis se pone de relieve de manera especial la necesidad de hacer "de la debilidad, virtud".
noción de lenguaje Ya durante la conferencia, Rafael Moneo reflexionó sobre si hoy existe una noción de lenguaje en la arquitectura. Y mencionó dos momentos concretos de la historia donde claramente sí existía, caso del Renacimiento y de la muestra Weissenhof de Sttutgart en 1927, donde grandes nombres como Le Corbusier o Mies van der Rohe sentaron las bases de la arquitectura moderna. Frente a estos dos ejemplos de presencia evidente de unos rasgos estilísticos comunes, Moneo contrapuso el trabajo de arquitectos como Rem Koolhaas, que, aunque parezca que imita a alguno de los modernos, en realidad ironiza e incluso se burla de ellos. Lo mismo que Herzog y De Meuron. En cambio, Siza es el "último superviviente del lenguaje moderno clásico", indicó Moneo, que dijo no tener claro si la arquitectura puede vivir sin un lenguaje compartido o si debe buscarlo ansiosamente. "Quizá un ojo atento verá dentro de 60 años elementos comunes dentro de las arquitecturas tan diversas, e incluso individuales, que se hacen hoy", aventuró. Y en su caso personal, reconociendo la heterogeneidad de sus trabajos, expresó su deseo de que pueda percibirse "mi pensamiento" en todos ellos.
Fuente:http://www.noticiasdenavarra.com
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