El nacimiento del barrio Candioti está vinculado a las infraestructuras ferroviarias que conectan el puerto de la ciudad de Santa Fe con el territorio y a los equipamientos e industrias que sustentaron el crecimiento de la ciudad a comienzos del siglo pasado.
© Federico Cairoli
Hoy, el paisaje urbano del sector conjuga viviendas de excelente factura pintoresquistas, italianizantes o modernas con la presencia de las plantas de producción y transformación de energía, de potabilización de agua, fábrica de cerveza, y la aparición de torres de vivienda que la reacción del código urbano ha restringido a ciertas calles-corredores. El clima barrial-infraestructural que dejó el país inmigrante y emprendedor, se está imbricando con la aparición de bares y restaurantes que le aportan juventud y vida nocturna.
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El edificio aporta al repertorio del barrio un tipo de vivienda colectiva de mediana densidad con espacios abiertos y un lenguaje que combina lo industrial con lo artesanal.
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Dos cuerpos se separan por un patio distribuidor, cuya escalera es parte de una estructura metálica rematada por unos tanques de acero inoxidable, que junto a los tirajes de los asadores y sombreros de ventilación metálicos empatizan con el equipamiento industrial y la parafernalia ferroviaria.
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Los departamentos son contenidos lateralmente por medianeras de ladrillo visto y superiormente por cubiertas de chapas y cenefas vistas en clave “gringa”.
El frente oeste sufre el desamparo del vacío urbano que provocan los piletones de potabilización, aunque permiten vistas lejanas en un paisaje surrealista. El control de estas condiciones está dado por un sistema de toldos de enrollar que ofrecen también una fachada en permanente mutación.
Fuente:http://www.plataformaarquitectura.cl/
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