© Hisao Suzuki
Arquitectos: Narch
Ubicación: La Parada, Manresa
Arquitecto A Cargo: Joan Ramon Pascuets, Mònica Mosset
Área: 3500.0 m2
Año Proyecto: 2008
Fotografías: Hisao Suzuki
El edificio de 20 viviendas consta de PB+5, la planta baja se destina a 3 locales comerciales y la planta sótano a 31 plazas de garaje y 20 trasteros.
Una fachada luminosa durante el día, rica con su dinamismo de volúmenes y sombras que de noche se ilumina como caja de luz tamizada, consiguiendo un edificio poroso, de gran ligereza, profundidad y variabilidad según el uso de sus habitantes, creando reflejos, sombras y siluetas que fluyen entre interior y exterior.
© Hisao Suzuki
Una fina piel perforada, un velo translúcido que desde el exterior funciona como filtro solar, para mejorar el buen funcionamiento climático del edificio, y como filtro visual, para preservar la intimidad de sus ocupantes.
Desde dentro el contraste de luminosidad entre la parte perforada y la parte opaca de los paneles consigue mantener las visuales.
© Hisao Suzuki
Flexibilidad, luminosidad, ligereza, claridad, libertad, racionalidad, simplicidad, dinamismo, movilidad, apertura, vacío, aparición y desaparición.
Las viviendas se organizan alrededor del núcleo central de comunicaciones, quedando todas las estancias a fachada y los servicios en el interior. La ubicación de las salas en las esquinas permite jugar con la composición de la fachada disponiendo los balcones libremente a lado y lado y haciéndola desaparecer sobre los cuatro planos de cerramiento.
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El sistema de correderas se aplica a todo el edificio, desde la fachada donde se sustituye la persiana por paneles de chapa perforada, hasta las divisiones interiores que son correderas integradas en los tabiques de Krona. La flexibilidad espacial, la libertad de movimientos y distribución crea un espacio limpio, fluido y flexible, dilatando y ampliando el espacio de relación.
© Hisao Suzuki
400 paneles de chapa de aluminio perforado e:3mm plata mate anodizada configuran la segunda piel del edificio, creando una apariencia inmaterial de los límites y una arquitectura porosa de devenir imperceptible.
© Hisao Suzuki
Los paneles se deslizan a lo largo de toda la fachada generando, desde el exterior, movilidad a la vez que uniformidad en la fachada, mientras que, des del interior, los paneles pueden aparecer y desaparecer según convenga, consiguiendo un sistema abierto de fachada variable según usuarios y no determinado por el arquitecto.
Planta
Fuente:http://www.plataformaarquitectura.cl/
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