ARQUITECTURA, INGENIERÍA Y CONSTRUCCIÓN: Casa Tunquén / Branko Pavlovic + Pablo Lobos-Pedrals

© Felipe Fontecilla
Arquitecto: Branko Pavlovic, Pablo Lobos-Pedrals
Construcción: Branko Pavlovic, Pablo Lobos-Pedrals, Rubén Marchant
Año: 2012
Fotógrafo: Felipe Fontecilla

Descripción de los arquitectos. La casa está situada en una zona con una topografía intrincados, a 35 metros sobre el Océano Pacífico, en la playa de Tunquén. La pendiente dramática se entiende a partir de una renuncia a la inevitable necesidad de construir planos habitables.

La casa está diseñada como un volumen ligero, completamente en madera, ubicada en una base de hormigón que se vincula a la pedregosidad del suelo. En el exterior, se ha desempeñado como shell negro continuo que ha sido cortado y separado de la cubierta y de la tierra, para abrir las aberturas de las ventanas. Por el contrario, los interiores son continuas y neutral. Lechada blancos en las paredes y el techo sirve para conservar hasta el atardecer la luz natural en el interior, y para mostrar la variedad de colores del entorno, el Océano Pacífico, el crepúsculo y la vegetación, que aparece en el movimiento y la transformación continua.

Hay una sala de grandes dimensiones para los padres, y dos más pequeñas para los niños. Un gran espacio común, que incluye la sala de estar, el comedor y la cocina, funciona como un articulador de los tres “brazos” de la casa.

Los agregados y madera utilizados fueron fundadas en el área inmediata, lo mismo para el fournitures en cocina, dinnng habitación y sala de estar, de madera reciclada de las casas antiguas de Valparaíso. Nos gusta pensar que hay alguna relación entre las alturas de estos nuevos espacios y alturas de las antiguas casas y salones de los que vinieron de estos bosques.

No hay línea de alta tensión en la zona. Es por eso que la casa es alimentado por un sistema de paneles solares y una bomba que extrae agua de pozos, cayendo por gravedad y la alimentación de la casa, al ser un sistema absolutamente independiente y autónomo. Esto pone al usuario en una posición de austeridad, muy lejos del gran consumo de energía de la gran ciudad.