Quienes deben soportar a sus espaldas el peso de una hipoteca saben bien que una vivienda es, posiblemente, la mayor inversión que alguien realiza a lo largo de su vida. Partiendo de esta premisa, un arquitecto de Boiro afincado en Londres, Iñaki Leite, comenzó a trabajar en el proyecto de su casa con la firme convicción de que el hogar de uno debe colmar sus deseos, no solo desde el punto de vista funcional, sino también desde el emocional. «Esto último quizá sea lo más importante» opina él. Como resultado de esta filosofía dio forma a una espectacular vivienda -por su diseño vanguardista y los materiales que utiliza- en A Ribeiriña que acaba de recibir una mención especial en los premios de arquitectura Juana de Vega.
Estos galardones son un reconocimiento a las mejores viviendas unifamiliares de Galicia del último año, y que un proyecto figure en su palmarés no es, en absoluto, nada fácil. De hecho, el año pasado no se hizo ninguna mención especial más allá del premio principal. Esta vez, la construcción de Iñaki Leite ha sido destacada por el jurado basándose en algunos de los elementos más distintivos de la vivienda.
Bateas de Mañóns
Los más visibles a simple vista son los que tienen que ver conel diseño. Un enorme ventanal abre la vivienda al mar arousano y convierte las vistas en una de las bazas de la casa, mientras que la madera que recubre su fachada, y también el interior, constituye otra de las peculiaridades de la obra. Se trata de puntales de batea reciclados, procedentes todos ellos de los astilleros de Manuel Sánchez Torrado, en Mañóns.
Precisamente, el jurado de los Juana de Vega subrayó el hecho de que se utilizaran materiales que se emplean habitualmente para otras funciones y su vinculación con el entorno en el que se encuentra la vivienda. De hecho, el propio arquitecto explica que uno de los criterios que siguió a la hora de idear el proyecto fue precisamente reconocer la importancia de la industria local. Y también evocar su infancia en las playas de Boiro. Precisamente, la forma de la construcción recuerda un cajón flotante, «como si fuese una batea varada en A Ribeiriña».
Eficiencia energética
Otra de las cuestiones que también destacó el jurado de los Juana de Vega es la eficacia del tratamiento energético. La vivienda tiene la máxima calificación en este aspecto, y varias universidades participarán en un proyecto de investigación para evaluar el complejo e innovador sistema de ventilación híbrida de la casa y su rendimiento.
Con estos mimbres, Iñaki Leite dio forma a un proyecto «de calidad», según subraya el fallo de los premios, que logra transmitir «armonía y tranquilidad».
Fuente:http://www.lavozdegalicia.es/
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