© Carlos Díaz Corona
Arquitectos: Hernández Silva Arquitectos
Ubicación: Guadalajara, JAL, Mexico
Arquitecto A Cargo: Jorge Luis Hernández Silva
Equipo: Alejandro Aponte Gómez, Roberto Peña Rodríguez
Área: 531.0 m2
Año Proyecto: 2012
Fotografías: Carlos Díaz Corona
© Carlos Díaz Corona
Descripción de los arquitectos. La casa está ubicada en un terreno convencional de la ciudad dentro de un desarrollo al poniente de la ZMG. Tiene una orientación hacia el norte la calle y sur hacia el fondo, dejando una zona de servidumbre en el costado hacia el poniente.
© Carlos Díaz Corona
El proyecto nace en base a la idea de hacer una casa con el mínimo de muros para sentirla completamente transparente y amplia desde el ingreso. Se decidió hacer un gran vacío en el interior que retoma el viejo patio, siendo el espacio protagonista de la vivienda.
© Carlos Díaz Corona
El concepto formal está en función de un volumen ciego que es la parte privada y un volumen abierto, los cuales se interrelacionan a través de este gran hueco central. La casa se manifiesta como elemento sólido y blanco en segundo nivel y el volumen inferior un poco más obscuro. Sobresale un muro recubierto de piedra fiorita que no toca la losa por lo que la planta alta parece flotar sobre la planta baja. Un cuerpo de concreto se afianza hacia el frente y confina, junto con un muro de madera el vestíbulo de ingreso. Éste muro de madera se giró para desahogar el ingreso, lograr una zona ajardinada en el vestíbulo, reducir la zona de circulación en el interior y al mismo tiempo dar cierto caos o dramatismo al entrar a la casa.
© Carlos Díaz Corona
El área de ingreso es un recibidor muy generoso, el visitante es recibido por el gran vacío que une los tres niveles, se colocó una cubierta de cristal con celosía metálica que se abre mecánicamente para gozar con luz natural el interior. De esta manera se logra un vergel dentro de la casa.
© Carlos Díaz Corona
La vegetación es sumamente protagonista. En éste espacio central se ubica un árbol puntual sobre un espejo de agua y un muro verde interior que corre a lo largo del muro de lindero desde el vestíbulo y remata con una pieza de cristal y vinil que se desarrolló con el artista Jorge Méndez Blake para darle continuidad a la vegetación de una manera más conceptual.
© Carlos Díaz Corona
La casa se desarrolló contenida solamente por los muros laterales y en el centro se ubica un volumen de concreto para separar el área de cocina y estar familiar de las demás zonas pero a su vez les da servicio al comedor y terraza. Con la misma idea de transparencia, se pueden abrir las puertas de la cocina para generar una pequeña terraza con deck que remata en un muro de enredaderas. La vivienda está pensada como un espacio abierto que funcionara como terraza hacia el fondo. Las puertas de la zona de estancia y comedor corren y se esconden detrás de un muro de concreto que se desdobla y da forma a la chimenea.
© Carlos Díaz Corona
En el patio central también se ubica la única circulación vertical; una escalera que se desarrolló de una manera muy sutil que parece flotar en el centro del vacío con una viga central y un barandal de cristal. La jardinera de metal que forma el cuerpo del estanque se funde con la pieza de arte y los muros de sótano, la idea es que todos los volúmenes, que son pocos, se vayan entretejiendo y armando de manera horizontal y vertical en la casa.
© Carlos Díaz Corona
La circulación de sótano es una zona más obscura, se pintó de un gris oxford para hacer más evidente la dualidad entre luz y obscuridad. Al bajar, se llega a un gran salón de juegos, que contiene un el bar con una extensa barra, un área de billar y una zona de estar para la TV. Es un espacio pensado para hacer grandes reuniones sin interferir con el área privada del hogar. También en éste nivel se comunica el área de servicio y lavado que desdoblan hacia un vacío lateral. El ingreso de las cocheras es a través de éste nivel, al subir por la escalera se enfatiza la dicotomía de luminosidad y se direcciona la vista hacia las áreas verdes.
© Carlos Díaz Corona
En planta alta se ubican las recámaras, se optimizaron al máximo las zonas de circulación, un solo pasillo une las cuatro habitaciones, en el centro es un muro de madera que esconde el clóset de blancos. Al frente hay dos recámaras con un área común de baño pero cada una cuenta con su propia zona de guardar. Al norte, se encuentra una recámara con su propio baño y guardarropa y la recámara principal, un cuarto generoso con vista hacia el jardín. Se dispuso la zona de clóset vestidor como una gran área que envuelve a la zona de regadera, tina, WC y lavabo. La cubierta de ésta zona es más alta para dar la sensación de amplitud y recibir luz cenital.
© Carlos Díaz Corona
La vivienda está hecha con pocos materiales, muros de concreto en algunos volúmenes, aplanados y recubrimientos de piedra fiorita y madera cumarú. El trabajo de carpintería se realizó en parota con vetas horizontales para hacer mucho más dramático el uso de esta madera tan extraordinaria. La casa tendría pocos muebles, por lo tanto, se incorporaron algunos elementos a la arquitectura, uno de ellos el trinchador, un cuerpo de madera al alto brillo, su modulación se relaciona con el recubrimiento de piedra.
Planta Baja
La ventanería de planta baja es exenta de manguetería para hacer mucho más transparente la comunicación del interior al exterior. La terraza exterior es un deck que se desdobla y forma una barra de bar de una manera muy sutil. La cubierta es una estructura a base de una rejilla de acero con cristal, lo que permite tener las puertas abiertas en tiempo de lluvias y a la vez techar un poco esta gran terraza. En la parte del fondo se colocaron una serie de árboles para rematar la vista y al mismo tiempo dar privacidad a la casa.
Fuente:http://www.plataformaarquitectura.cl/
No hay comentarios:
Publicar un comentario