Aunque ahora apenas lo recordemos o los más jóvenes no lo sepan, el mundo del vino carecía, hasta no hace mucho, del más mínimo glamour. Al menos así era en nuestro país. Por suerte esa tendencia ha sufrido un giro profundo y el mundo vinícola es, hoy por hoy, sofisticado, interesante y de lo más tentador.
Los últimos 30 años han supuesto un incentivo a todos los niveles del vino. Por ejemplo, respecto al diseño. Y de ello se ocupa el MOMA de San Francisco en la exposición How Wine Became Modern. Design + Wine 1976 to Now, que aborda la modernización del mundo del vino
Los últimos 30 años han supuesto un incentivo a todos los niveles del vino. Por ejemplo, respecto al diseño. Y de ello se ocupa el MOMA de San Francisco en la exposición How Wine Became Modern. Design + Wine 1976 to Now, que aborda la modernización del mundo del vino
La exposición titulada How Wine became Modern. Design + Wine 1976 to Now, aborda la modernización del mundo del vino con ejemplos arquitectónicos como la bodega Ysios. Foto cortesía Bodegas Domecq. (PULSA SOBERE LA IMAGEN PARA AMPLIARLA Y ACCEDER A LA GALERÍA DE IMÁGENES)
La muestra que se exhibe en el San Francisco Museum of Modern Art hasta el próximo 17 de abril ofrece una amplia visión de la cultura enológica contemporánea, así como del papel que el diseño y la arquitectura han tenido en esta evolución. Y en ese sentido, España puede presumir de estar en primera línea.
Por ejemplo, en lo que se refiere a turismo enológico y arquitectura de vanguardia. De hecho varias son las bodegas que están presentes en la exposición organizada por Henry Urbach, comisario de Arquitectura y Diseño de SFMOMA, y diseñada por el reconocido estudio de arquitectos Diller, Scofidio + Renfro.
En efecto, de unos años a esta parte, varias bodegas españolas han requerido los servicios de prestigiosísimos arquitectos para poner en marcha una imagen moderna, cuidada, exquisita del mundo enológico. Así sucede con el edificio que Santiago Calatrava concibió para la bodega Ysios, inaugurado en Laguardia (Álava) en 2001.
Inspirado visualmente en una copa de vino, el efecto visual del proyecto es una composición vanguardista y perfectamente acoplada con el paisaje, hasta el punto de convertirse en un símbolo paisajístico en el entorno.
Por ejemplo, en lo que se refiere a turismo enológico y arquitectura de vanguardia. De hecho varias son las bodegas que están presentes en la exposición organizada por Henry Urbach, comisario de Arquitectura y Diseño de SFMOMA, y diseñada por el reconocido estudio de arquitectos Diller, Scofidio + Renfro.
En efecto, de unos años a esta parte, varias bodegas españolas han requerido los servicios de prestigiosísimos arquitectos para poner en marcha una imagen moderna, cuidada, exquisita del mundo enológico. Así sucede con el edificio que Santiago Calatrava concibió para la bodega Ysios, inaugurado en Laguardia (Álava) en 2001.
Inspirado visualmente en una copa de vino, el efecto visual del proyecto es una composición vanguardista y perfectamente acoplada con el paisaje, hasta el punto de convertirse en un símbolo paisajístico en el entorno.
En España varias son las bodegas que han requerido los servicios de arquitectos de prestigio para el diseño de sus bodegas. Frank Gehry es uno de ellos. Foto cortesía Marqués de Riscal. (PULSA SOBERE LA IMAGEN PARA AMPLIARLA Y ACCEDER A LA GALERÍA DE IMÁGENES)
Algo similar sucede con el espectacular y personalísimo proyecto de Frank O. Gehry para Marqués de Riscal. Las formas que se retuercen, sinuosas y al mismo tiempo armoniosas no pasan inadvertidas. Recubierto de titanio, los colores del vino están presentes gracias al rosa, como el vino tino; al oro, como la malla de las botellas de Riscal; y plata, como la cápsula de la botella. El homenaje más vanguardista que se pueda esperar.
De un estilo completamente diferente es la frasca de Zaha Hadid para Viña Tondonia, también presente en la exposición del MOMA. Menos espectacular que la aportación de Gehry y de menos tamaño, la pieza de la arquitecta iraní afincada en Londres se creó a modo de stand para la Feria Alimentaria de Barcelona 2002.
Se trata de una construcción modular metálica que, tras pasar por su ubicación original, está situada en el patio de la bodega a modo de acceso de los visitantes a la misma. Pero aún hay más porque en su interior se expone el pabellón para la exposición de Bruselas de 1910. Una joya modernista que data de 1910 y ha sido reconstruida, también en 2002.
Pero la muestra quiere ir más allá de la arquitectura e incluye objetos históricos, maquetas, objetos de diseño, instalaciones ——por ejemplo un ‘muro de olor’—, etiquetas, cristalerías, etc. A nosotros nos gustan especialmente los ultramodernos decantadores creados por el escultor Etienne Meneau.
De un estilo completamente diferente es la frasca de Zaha Hadid para Viña Tondonia, también presente en la exposición del MOMA. Menos espectacular que la aportación de Gehry y de menos tamaño, la pieza de la arquitecta iraní afincada en Londres se creó a modo de stand para la Feria Alimentaria de Barcelona 2002.
Se trata de una construcción modular metálica que, tras pasar por su ubicación original, está situada en el patio de la bodega a modo de acceso de los visitantes a la misma. Pero aún hay más porque en su interior se expone el pabellón para la exposición de Bruselas de 1910. Una joya modernista que data de 1910 y ha sido reconstruida, también en 2002.
Pero la muestra quiere ir más allá de la arquitectura e incluye objetos históricos, maquetas, objetos de diseño, instalaciones ——por ejemplo un ‘muro de olor’—, etiquetas, cristalerías, etc. A nosotros nos gustan especialmente los ultramodernos decantadores creados por el escultor Etienne Meneau.
Fuente: http://www.hola.com
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