jueves, 7 de abril de 2011

Arquitectura cercana al servicio del ciudadano

Más allá de las licitaciones, reconocimientos institucionales y 'burocracia meritoria', el centro de servicios sociales de Camas, obra del arquitecto sevillano Antonio Blanco Montero, ha quedado finalista para el Building Of the Year Award 2010 otorgado por los usuarios del portal Archdaily: todo un fenómeno de las redes sociales en lo que a la arquitectura se refiere que amenaza con tumbar los padrinazgos que se mantieneen en la profesión.
Para Antonio Blanco, ya es un premio el haber sido seleccionado entre 15.000 proyectos por más de 200.000 usuarios de este portal sin precedentes puesto que lo equiparan al nivel de Álvaro Siza o Herzog & De Meuron, consagrados proyectistas mundiales.
Nuevas vías profesionales
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Sin embargo, lo que más gratifica a este joven de 37 años es la posibilidad de contactar con colegas de profesión y darse a conocer en lugares a los que no habría podido llegar por canales convencionales.
"Me harté de escribir a revistas españolas especializadas sin recibir respuesta", explica Antonio Blanco, a las que acusa de apostar siempre "a caballo ganador".
Al servicio del ciudadano
"Que los arquitectos empiecen a contar verdaderamente en los planes urbanísticos y no los políticos y promotores de turno" es la petición expresa que formula en voz alta. Con esta sugerencia, Antonio Blanco intenta aclarar que la arquitectura actual debiera ser pensada y ejecutada "para el ciudadano, adaptada a sus necesidades y realista". Es precisamente el objetivo logrado con el centro de servicios sociales de Camas, un edificio de 720 metros cuadrados con tres plantas cuya tarjeta de presentación son "el respeto, la transparencia y el servicio facilitado al usuario".
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Combinando austeridad, sencillez e ingenio, Antonio Blanco, a través de lucernarios, grandes cristaleras y pasillos dilatados convertidos en salas de espera, ha sido capaz de convertir en acogedor y cálido un lugar al que la gente acude en condiciones "no muy deseables de vida". "Qué menos que darles algo digno, no una oficina fría y distante", aclara el arquitecto.
Sentido común sin nomenclaturas
Términos como "arquitectura bioclimática" o "desarrollo sostenible", empleados en tantas ocasiones para calificar obras como la de Antonio Blanco, lo ponen realmente nervioso.
El 'boom' de la artificialidad del siglo XX hizo olvidar que los recursos energéticos en arquitectura son "de sentido común milenario": "Es como tildar de 'saludable' a la medicina -añade- cuando la arquitectura debe ahorrar energía como cualquier otra actividad humana".


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