miércoles, 7 de diciembre de 2011

El olimpo de los rascacielos

El tamaño no es lo más importante, o al menos no en esta ocasión. La exquisitez estética y la integración urbanística del Hotel Porta Fira en Barcelona son dos de los criterios que los expertos han tenido en cuenta a la hora de premiar a la construcción catalana de 113 metros como el rascacielos más bonito del mundo, otorgán dole el Emporis Skyscraper Award 2010.
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De nada le han servido al Burj Khalifa sus 828 metros, 163 pisos y ser el edificio más alto del mundo. El gigante de Dubai se ha tenido que conformar con la medalla de plata del prestigioso premio de arquitectura. El tercer puesto se queda también en el mediterráneo, ya que recae sobre la torre Tour CMA CGM de 143 metros, localizada en Marsella.
Desde hace once ediciones este galardón reconoce anualmente a nivel internacional el mejor inmueble de una altura mínima de 100 metros acabado el año anterior. El prestigioso jurado, compuesto por expertos de 67 países, ha premiado al moderno hotel entre un total de 300 proyectos presentados a concurso.
Una joya en Llobregat
Los 26 pisos del Hotel Porta Fira son actualmente un elemento fundamental del skyline de L' Hospitalet de Llobregat, municipio situado en el extrarradio barcelonés. El extravagante y vanguardista proyecto es obra del arquitecto japonés Toyo Ito, perteneciente al estudio b720 Arquitectos, liderado por Fermín Vázquez. El gabinete barcelonés repite éxito, ya que es autor también de la Torre Agbar, en la ciudad condal, premio al segundo mejor rascacielos en el pasado año 2004.
El hotel forma parte de la "puerta o entrada a la Feria", de ahí su nombre, y forma un conjunto con otro rascacielos de altura similar, que alberga oficinas, y que simula reflejar el hotel.
Sus señas de identidad lo definen como un inmueble edificado bajo criterios de sostenibilidad, en el que el consumo energético pasa a ser algo imprescindible. "El mayor desafío de la torre es su forma orgánica. La fachada está formada por tubos de aluminio que recorren la cara exterior del cerramiento comon líneas continuas desde el suelo hasta la coronación, acompañando la compleja geometría de la torre que crece, se torsiosa y aumenta de tamaño a medida que se eleva" explica Fermín Vázquez.
Esta fachada juega un doble papel; por un lado, permite la diferenciación arquitectónica y por otro, destaca como elemento de su gestión egernética.
La alegría es doble para la capital catalana. Entre los finalistas del Emporis Skyscraper Award de este año encontramos otro proyecto barcelonés, la Torre Diagonal Zero. El edificio de 110 metros y 25 plantas, situado pleno centro tecnológico, en un extremo de la concurrida Avenida Diagonal, es obra del taller de arquitectura EMBA de Enric Massip-Bosch. Actualmente aloja la nueva sede corporativa de Telefónica en Cataluña.
El edificio tiene gran amplitud y un aspecto ligero y luminoso, gracias al juego de penetración de luz entre la trama de pilares inclinados que recorren su fachada modular. La singular construcción se ha convertido en un símbolo gracias a su misión corporativa de "ahorrar, generar y gestionar energía".
El más alto del mundo
En la presente edición de los prestigiosos galardones el jurado no ha premiado por encima de todo la altura de los inmuebles. De ahí que el Burj Khalifa, el edificio más alto del mundo, se haya tenido que conformar con el segundo puesto del ranking.
El impresionante coloso, de 828 metros, se encuentra en Dubai, rodeado de otros rascacielos, hoteles, fuentes, lagos artificiales y zonas comerciales. Fue diseñado por el estudio americano especializado en rascacielos SOM, y alberga oficinas, pisos de lujo, un gimnasio, comercios y un Hotel Armani.
El Burj Khalifa fue ideado como un conjunto de tubos que llegan a distintas alturas en torno al núcleo central para "confundir" al viento impidiéndole que forme remolinos de aire, dijo Adrian Smith, el diseñador del gigante.
El arquitecto estadounidense será el máximo responsable del que será el edificio más alto del mundo, por delante del Burj Khalifa. La Kingdom Tower, de 1.000 metros, es un proyecto del príncipe saudí Alwaleed bin Talal diseñado para imitar los contornos de una planta del desierto en crecimiento. La construcción de esta estructura costará más de 878 millones de euros en los próximos cinco años e incluirá un hotel Four Seasons, departamentos, oficinas, tres vestíbulos en los pisos superiores y el observatorio más alto del mundo en el piso número 157.
El tercero en discordia se encuentra en Marsella. La Tour CMA CGM fue diseñada por la arquitecta anglo-iraquí Zaha Hadid y actualmente es hogar de la sede de la compañía naviera CMA CGM, el tercer grupo en el transporte de contenedores del mundo. Con 143 metros, es la construcción más alta de la ciudad y la segunda de la provincia, tras Tour Part-Dieu.
Premiando a los mejores
El palmarés del prestigioso galardón incluye nombres de la talla de Santiago Calatrava, diseñador del Turning Torso ganador en 2005, o Norman Foster, responsable de 30 St. Mary Axe premiado en 2003.
"Entre los mejores rascacielos de 2010 hay obras de casi todos los continentes. Sin embargo, el resultado de la votación demuestra que la cuenca europea del Mediterráneo se ha convertido en un centro arquitectónico de referencia mundial" afirma Matthew Keutenius, experto en arquitectura de Emporis y presidente del jurado de los galardones.
El top ten de los rascacielos más bonitos se completa con otras seis edificaciones repartidas por todo el mundo. El cuarto puesto es para The Pano, una construcción de 203 metros en la capital de Tailandia, diseñada por el estudio de arquitectura WOHA.
En mitad de la tabla con algunos metros menos, se encuentra el Capital Gate, concretamente con 160 metros, 35 pisos y diseñado para inclinarse en un ángulo de 18 grados. Situado en los Emiratos Árabes, sus oficinas y su lujoso hotel forman parte del skyline de Abu Dhabi.
Un total de 250 metros son los que permiten a The Legacy at Millenium Park en Chicago pertenecer a la privilegiada lista. En el cielo de Londres se erige Strata, un inmueble que destaca por reciclar el agua de lluvia y ahorrar hasta un 40 por ciento de la energía que emplea. Moscú es el enclave del Capital City Tower, del estudio de arquitectura NBBJ. En julio de 2008 superó a Naberezhnaya, el edificio más alto de Europa hasta ese momento. Empatados en la puntuación cierran la lista, el modernista International Comerce Centre, ubicado en Hong Kong y el Goldman Sachs Headquarters en la ciudad de los rascacielos.

Fuente:http://www.eleconomista.es

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