martes, 15 de mayo de 2012

El apellido de la arquitectura

La riqueza arquitectónica en el Renacimiento cordobés lleva el sello de una familia con un apellido propio: Ruiz. La ruta de hoy permite apreciar las obras de un grupo de arquitectos cordobeses que tan importante papel jugó en el Renacimiento andaluz. Su forma de conjugar y darle forma a los edificios marcaron un estilo.
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La esencia de la nueva arquitectura en Córdoba se encuentra en la Catedral, implantada en el interior de la Mezquita: su capilla mayor y coro es una obra maestra iniciada en 1523 por Hernán Ruiz el Viejo y continuada por su hijo, Hernán Ruiz II. Se trata de uno de los monumentos más importantes de Andalucía y de obligada visita.
En su época se le llamó con el sobrenombre de El Mozo, con objeto de distinguirlo de su padre, Hernán (Rodríguez) Ruiz, también El Viejo, y diferenciarlo de su primogénito, Hernán Ruiz III (Díaz).
En el recinto de la Mezquita puede admirarse también algunas portadas, la reforma del Patio de los Naranjos y el campanario manierista que trazaron Hernán Ruiz III y Asensio de Maeda. Hernán Ruiz II proyectó la portada de la iglesia de San Pedro, la torre de la iglesia de San Lorenzo y la torre y la capilla bautismal de la iglesia de San Nicolás de la Villa.
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Dos ejemplos muestran la transición artística y se consideran obras del gótico humanista ejecutadas por Hernán Ruiz el Viejo: las portadas del antiguo hospital de San Sebastián y el hospital de la Caridad o del Potro. Pero fueron algunas casas y palacios lo mejor que legó el Renacimiento cordobés en arquitectura civil. El Conservatorio de Música, la Casa de la Familia Luna, la Casa de los Villalones y sobre todo la Casa Páez de Castillejo con su magnífica portada trazada en 1540 por Hernán Ruiz II.
Saliendo de Córdoba, hacia Los Pedroches puede visitarse en Hinojosa del Duque la iglesia de San Juan Bautista, en la que trabajaron los Ruiz. Hacia el sur, el itinerario nos lleva a la localidad de La Rambla y su iglesia de La Asunción cuya portada labró en 1530 Hernán Ruiz II. También intervinieron en las iglesias de Nuestra Señora de Guadalupe y de Santa María, ubicadas en el municipio de Baena. Ya en Priego pueden verse dos obras manieristas, las Carnicerías Reales, y la Fuente de la Salud, situada junto a la de Neptuno. Esta ruta acaba en Benamejí, en el puente que construyó a mediados del siglo XVI Hernán Ruiz II.
Fuente:http://www.malagahoy.es

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