El estudio Donaire Arquitectos es el último ejemplo de la internacionalización de la arquitectura sevillana, que, tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, está demostrando en el exterior la calidad técnica y artística de unos profesionales capaces de competir y ganar en cualquier concurso.
El pasado viernes, este estudio ubicado en la calle Velarde, resultó ganador en la convocatoria de la Fundación Qattan para construir su nueva sede en Ramala (ciudad ubicada en Cisjordania y controlada por la Autoridad Nacional Palestina). No es un logro menor. La A. M. Qattan Foundation es una respetada institución en el mundo musulmán, especialmente en Palestina, donde realiza la mayor parte de su labor. Fundada en 1994 en Londres (donde también tiene sede) por un palestino que se enriqueció gracias a sus negocios en Kuwait, esta institución trabaja principalmente en proyectos dedicados a la cultura y la educación.
El proyecto ganador, de una superficie de 4.372 metros cuadrados, cuenta con un presupuesto de cuatro millones y medio de euros y pretende ser "un buque insignia de la cultura palestina, a modo de linterna, un hito reconocible desde toda la ciudad", aseguró a este periódico el arquitecto director, Juan Pedro Donaire, quien no esconde la grata sorpresa que se llevó cuando conoció Ramala. "Es mucho más tranquila de lo que muestran los medios de comunicación".
El pasado viernes, este estudio ubicado en la calle Velarde, resultó ganador en la convocatoria de la Fundación Qattan para construir su nueva sede en Ramala (ciudad ubicada en Cisjordania y controlada por la Autoridad Nacional Palestina). No es un logro menor. La A. M. Qattan Foundation es una respetada institución en el mundo musulmán, especialmente en Palestina, donde realiza la mayor parte de su labor. Fundada en 1994 en Londres (donde también tiene sede) por un palestino que se enriqueció gracias a sus negocios en Kuwait, esta institución trabaja principalmente en proyectos dedicados a la cultura y la educación.
El proyecto ganador, de una superficie de 4.372 metros cuadrados, cuenta con un presupuesto de cuatro millones y medio de euros y pretende ser "un buque insignia de la cultura palestina, a modo de linterna, un hito reconocible desde toda la ciudad", aseguró a este periódico el arquitecto director, Juan Pedro Donaire, quien no esconde la grata sorpresa que se llevó cuando conoció Ramala. "Es mucho más tranquila de lo que muestran los medios de comunicación".
El edificio, que se erigirá en una ladera con orientación sur, albergará oficinas, aulas, biblioteca, auditorio, cafetería, sala de reuniones y una pequeña residencia para visitantes, entre otras dependencias. Una de sus principales propuestas es la creación de "un edificio ligado a la tierra" con dos cuerpos bien diferenciados, un gran basamento de piedra sobre el que se erige el "segundo volumen, un faro semitransparente creado con lamas de piedra local". El material predominante será la roca caliza, pero también tendrá detalles de azulejos decorativos y vegetación, que enlazan con la gran tradición de la arquitectura árabe. Asimismo, estará dotado de una gran plaza como espacio central, que cuenta con unas buenas vistas de Ramala y tendrá una amplia abertura para invitar a su acceso y disfrute por parte de los visitantes. Además de con la dirección de Juan Pedro Donaire, el proyecto cuenta con la colaboración de los arquitectos Pablo Baruc García, José Francisco García Gutiérrez, Héctor Arderius Salvador y Carlos Iglesias Carbonell.
Las obras, que comenzarán el próximo mes de abril, contarán también con la colaboración de un socio local, Sakakini & Partners, "que se encargará de hacer un seguimiento pormenorizado de las obras, y de aplicar normativas técnicas de carácter local (en concreto británicas y estadounidenses)".
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