El reconocido arquitecto Enric Sagnier (siglos XIX-XX) ya dispone de su propia ruta.
Marta Orruño, ABC.
El reconocido arquitecto Enric Sagnier (siglos XIX-XX) ya dispone de su propia ruta. El Institut del Paisatge Urbà i la Qualitat de Vida del Ayuntamiento de Barcelona junto con Antonio Sagnier, nieto del arquitecto, presenta un recorrido por los diferentes edificios que el artista modernista catalán construyó en la Ciudad Condal. La guía editada en tres idiomas (castellano, catalán e inglés) está pensada para que la localización de sus edificios se haga de manera autoguiada.
La Ruta Sagnier es la versión en pequeño del gran libro «Enric Sagnier, arquitecte», presentado ya el año pasado. Pero además, es la séptima publicación de la colección «Ruta del Modernismo» que se añade a las rutas biográficas ya dedicadas a los tres grandes modernistas: Gaudí, Puig i Cadafalch y Domènech i Montaner.
Un palacio en el Eixample
Una de las obras más importantes del arquitecto barcelonés es la Casa Garriga Nogués. El edificio construido se ubica en el Eixample, Diputación, 250, en pleno «Quadrat d´or». La casa cons- truida el año 1899 combina unos bajos destinados a actividades comerciales junto con un piso principal en el que residía el propietario y otros destinados al alquiler. Sin embargo, la característica principal de este edificio es las cuatro grandes ménsulas esculpidas por Eusebi Arnau bajo el tema simbólico de las edades de la vida.
Actualmente, en la Casa Garriga Nogués se encuentra la Fundación Godia dedicada a obras de arte desde el románico hasta la actualidad.
Medio millar de obras
Enric Sagnier fue uno de los arquitectos modernistas más importantes de Barcelona. Con más de medio millar de edificios construidos entre los siglos XIX y XX, Sagnier destaca no sólo por la cantidad de obras que realizó sino también por la calidad de éstas. Prueba de ello es el hecho de que sea el arquitecto con más obras recogidas en el Catálogo del Patrimonio Arquitectónico Histórico-Artístico de la Ciudad Condal. La obra de Sagnier además, fue muy diversa. Proyectó desde equipamientos como la Aduana del puerto o el Palacio de Justicia hasta edificios de arquitectura religiosa como el convento de Pompeya o el gran templo del Sagrado Corazón en la cima del Tibidabo. Tal y como explica Ramon García Bragado, Presidente del Institut Municipal del Paisatge Urbà i la Qualitat de Vida «es justo reconocer que la Barcelona contemporánea le debe mucho a Enric Sagnier», ya que el arquitecto contribuyó significativamente a que actualmente, el paisaje urbano de la capital catalana sea mundialmente reconocido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario