martes, 5 de abril de 2011

Un joven arquitecto diseña una estación de ensueño para Tarragona

Una estación que aglutine los trenes de cercanías, los de alta velocidad, el transporte público y privado por carretera y que, por supuesto, no se olvide de los peatones. Éste es el proyecto que diseñó el tarraconense Arnau Tiñena Ramos, de 26 años, en el proyecto de final de carrera que culminaba los estudios de arquitectura en la UPC.
Tiñena sacó la mejor nota después de pensar en un equipamiento que, si se impulsara, cambiaría la movilidad de Udine. Una ciudad ubicada en el noreste de Italia, muy cerca de la frontera con Austria y Eslovenia. Por su posición, ésta se encuentra en el hepicentro de las rutas comerciales europeas, y el joven tarraconense la conocía muy bien después de haber pasado un año de Erasmus en este segundo país.
El proyecto final fue una equipamiento intermodal que bien podría resolver las necesidades que tiene Tarragona, y que quieren solucionarse con la construcción de la estación del Sòl de l’Horta. Y es que las similitudes entre las dos ciudades existen. Ambas están situadas en un lugar estratégico; Tarragona está proyectada para llegar a los 185.000 habitantes en un futuro, mientras que Udine tiene 90.000 y si sumamos el área metropolitana llega a los 170.000;  y también comparten que tienen una estación poco accesible y ‘desfasada’.
La prioridad: la intermodalidad
Partiendo del estudio de movilidad de la ciudad, Arnau Tiñena, se dispuso a interrelacionar todos los medios de transporte para facilitar los flujos de personas. «Allí había una problemática muy concreta ya que la línea del tren suponía un muro que limitaba el crecimiento de la ciudad», explica el joven arquitecto. Una problemática que solucionó integrando la estación con el entorno.
Según describe el autor: «El diseño parte de tres puntos fundamentales que son la intermodalidad eficiente, la articulación urbana de la estación con el contexto de la ciudad y, finalmente, la voluntad de que el nuevo edificio signifique una oportunidad para el municipio». ¿No son estas las necesidades que debería cumplir la nueva estación de Tarragona?.
Arnau Tiñena proyectó una estación semisoterrada con una parte central rectangular y con dos ramificaciones, en forma de coletas, que se prolongan  en cada uno de los extremos. El centro es una zona de «intensa actividad». Una parte de éste está ocupado por el vestíbulo de la estación, básicamente con tiendas, y donde  se detendrían los taxis, coches y autobuses. Por otro lado, en uno de los extremos se ubica el párking y en el otro la estación de autobuses.
Debajo del vestíbulo central también están previstas dos plantas de párking, mientras que los andenes están situados en el piso de más arriba. «Las vías quedan en el nivel existente, lo que hago es colocar la estación por debajo», justifica el arquitecto.
El conjunto configura una estructura con mucha luz natural, patios abiertos con vegetación y con una sensación de espacio amplio. «Las estaciones como la de Sants son horribles, en los andenes nunca te llega la luz natural», dice. Y  añade: «Las estaciones soterradas son feas. No deberían proyectarse de esta forma si no es estrictamente necesario». El joven también se lamenta de que «los proyectos infraestructurales deben concebirse también desde un punto de vista arquitectónico», que se traduzca en un ir y venir constante de gente, en un ambiente agradable y amable. Unos conceptos todos ellos aplicados en el diseño de la nueva terminal del aeropuerto del Prat.
¿Dónde?
Tiñena lo tiene muy claro. La nueva estación que necesita la ciudad de Tarragona debe ubicarse en el Sòl de l’Horta , lo que significaría una oportunidad para entretejer el centro de la ciudad con los barrios creando también flujos constantes de personas en movimiento. «Una estación puede ser un atractivo a partir del cual una área puede desarrollarse», asegura.
De momento ya ha presentado la propuesta al concejal de Urbanisme de Tarragona, Xavier Tarrés, además de presentarlo en algunos concursos de arquitectura.


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