La Consejería de Obras Públicas y Vivienda ha reunido en la publicación 'Cortijos, haciendas y lagares en Andalucía' una muestra esencial de la arquitectura agraria andaluza a través de 182 imágenes. Este nuevo volumen constituye un valioso inventario actualizado que culmina un riguroso trabajo de investigación y campo prolongado durante más de una década para documentar estas edificaciones localizadas en todo el territorio andaluz.
La arquitectura agraria andaluza se presenta en el volumen a través de imágenes de fotógrafos de reconocido prestigio. Este material gráfico se apoya en textos de síntesis obtenidos a partir del análisis realizado con la documentación recabada. Junto a este inventario, el libro incluye tres artículos introductorios que abordan este patrimonio desde diferentes miradas. La literaria corre a cargo de José Manuel Caballero Bonald y José Antonio Muñoz Rojas; la perspectiva histórica y económica ha sido elaborada por Antonio Miguel Bernal, y la arquitectónica, por el arquitecto y pintor José Ramón Sierra.
La publicación, con más de 300 páginas, es una nueva entrega de la serie dedicada a difundir los datos del estudio inventario, serie en la que se incluyen los volúmenes ya editados con los datos provinciales de Málaga, Cádiz, Granada, Almería, Córdoba y Sevilla, a los que seguirán en breve los de Huelva y Jaén.
Para confeccionar este inventario se han usado como herramientas y metodología básicas la cartografía a escala 1:10.000 que elabora la propia Consejería -a través del Instituto de Cartografía de Andalucía-, las entrevistas orales y las visitas técnicas. En el desarrollo del trabajo de campo se han visitado 20.000 edificios, de los que se han inventariado de forma pormenorizada 2.282.
En la actualidad, algunos de ellos continúan teniendo usos agrícolas y ganaderos, mientras que otros han perdido su función original y sobreviven con esfuerzo, dedicándose a muy diversas actividades, desde salones de bodas, bautizos y primeras comuniones o turismo rural, hasta centros de rehabilitación, museos del vino y del aceite, segunda residencia, etc. En algunos casos, estas edificaciones no han conseguido superar el abandono de sus funciones originales y se hallan, a menudo, en mal estado de conservación o incluso en ruinas.
En Andalucía, se distinguen diversos tipos de edificaciones agrarias según los cultivos que predominan en las explotaciones: 'cortijo' para las unidades vinculadas básicamente a explotaciones cerealistas y ganaderas, 'molino', 'casería' y 'hacienda' para las del olivar, y 'lagar', 'casa de viña' e incluso 'hacienda' para las del viñedo, entre otras designaciones menos habituales.
Entre los ejemplos destacables que se recogen en el volumen, se encuentran explotaciones como la Hacienda Ibarburu de Dos Hermanas en Sevilla, el Cortijo de San Juan de Antequera en Málaga, el Lagar de la Inglesa de Montilla en Córdoba, la Hacienda Romeral de Níjar en Almería o el Sotillo Nuevo de San José del Valle en Cádiz.
Las haciendas de aprovechamientos diversificados, los molinos y caserías de olivar, los grandes cortijos de cereal, los caseríos ganaderos y de dehesa, los lagares y casas de viña integran un catálogo de obras de inusual abundancia e interés. En la introducción del libro se recoge que los edificios agropecuarios de Andalucía son elementos fundamentales de su organización territorial, pero también hitos del paisaje cuya distribución y fisonomía reflejan fielmente los cultivos y aprovechamientos, sistemas de producción, esquemas de propiedad y otras facetas interesantes del medio rural andaluz. Los interesados en la publicación pueden consultarla en la página web de la Consejería de Obras Públicas y Vivienda.
La arquitectura agraria andaluza se presenta en el volumen a través de imágenes de fotógrafos de reconocido prestigio. Este material gráfico se apoya en textos de síntesis obtenidos a partir del análisis realizado con la documentación recabada. Junto a este inventario, el libro incluye tres artículos introductorios que abordan este patrimonio desde diferentes miradas. La literaria corre a cargo de José Manuel Caballero Bonald y José Antonio Muñoz Rojas; la perspectiva histórica y económica ha sido elaborada por Antonio Miguel Bernal, y la arquitectónica, por el arquitecto y pintor José Ramón Sierra.
La publicación, con más de 300 páginas, es una nueva entrega de la serie dedicada a difundir los datos del estudio inventario, serie en la que se incluyen los volúmenes ya editados con los datos provinciales de Málaga, Cádiz, Granada, Almería, Córdoba y Sevilla, a los que seguirán en breve los de Huelva y Jaén.
Para confeccionar este inventario se han usado como herramientas y metodología básicas la cartografía a escala 1:10.000 que elabora la propia Consejería -a través del Instituto de Cartografía de Andalucía-, las entrevistas orales y las visitas técnicas. En el desarrollo del trabajo de campo se han visitado 20.000 edificios, de los que se han inventariado de forma pormenorizada 2.282.
En la actualidad, algunos de ellos continúan teniendo usos agrícolas y ganaderos, mientras que otros han perdido su función original y sobreviven con esfuerzo, dedicándose a muy diversas actividades, desde salones de bodas, bautizos y primeras comuniones o turismo rural, hasta centros de rehabilitación, museos del vino y del aceite, segunda residencia, etc. En algunos casos, estas edificaciones no han conseguido superar el abandono de sus funciones originales y se hallan, a menudo, en mal estado de conservación o incluso en ruinas.
En Andalucía, se distinguen diversos tipos de edificaciones agrarias según los cultivos que predominan en las explotaciones: 'cortijo' para las unidades vinculadas básicamente a explotaciones cerealistas y ganaderas, 'molino', 'casería' y 'hacienda' para las del olivar, y 'lagar', 'casa de viña' e incluso 'hacienda' para las del viñedo, entre otras designaciones menos habituales.
Entre los ejemplos destacables que se recogen en el volumen, se encuentran explotaciones como la Hacienda Ibarburu de Dos Hermanas en Sevilla, el Cortijo de San Juan de Antequera en Málaga, el Lagar de la Inglesa de Montilla en Córdoba, la Hacienda Romeral de Níjar en Almería o el Sotillo Nuevo de San José del Valle en Cádiz.
Las haciendas de aprovechamientos diversificados, los molinos y caserías de olivar, los grandes cortijos de cereal, los caseríos ganaderos y de dehesa, los lagares y casas de viña integran un catálogo de obras de inusual abundancia e interés. En la introducción del libro se recoge que los edificios agropecuarios de Andalucía son elementos fundamentales de su organización territorial, pero también hitos del paisaje cuya distribución y fisonomía reflejan fielmente los cultivos y aprovechamientos, sistemas de producción, esquemas de propiedad y otras facetas interesantes del medio rural andaluz. Los interesados en la publicación pueden consultarla en la página web de la Consejería de Obras Públicas y Vivienda.
Fuente: http://noticiasdealmeria.com
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