viernes, 29 de abril de 2011

Una 'suite' viajera… y sostenible

Desde hace ya 15 años, la empresa Rusticae comercializa hoteles especiales, de los llamados con encanto. No grandes hoteles, sino establecimientos de tamaño reducido y con una decoración mimada que ofrecen un trato personalizado y profesional. Y la posibilidad de "vivir experiencias únicas ligadas a la riqueza cultural, histórica y geográfica" del establecimiento.
Y no les ha ido nada mal. Quizás por el carácter inquieto de sus responsables —Isabel Llorens y Carlota Mateos—, que han sabido expandir la empresa más allá de nuestras fronteras (Portugal, Marruecos y Argentina). Su intención ha sido siempre ir más allá en su oferta.
El ejemplo más claro de ese interés por avanzar es la Suite Sostenible y Viajera. Suena novedoso, ¿verdad? Lo es. No es la primera vez que hablamos en estas páginas de construcciones modulares sostenibles y transportables, pero no hoteleras. Se trata de una habitación de 36 metros cuadrados única en el mundo, que estará viajando por la Península Ibérica a lo largo de 2011, gracias a su condición de portátil.
Pero además es sostenible: la demanda energética se reduce en un 72% frente a una edificación convencional. Porque la gestión del agua se basa en la recuperación de pluviales. Y en la reutilización, lo que supone un ahorro del 75% del agua.
El otro gran punto de ahorro energético tiene que ver con la utilización de energías renovables —placas solares—, que evita el 100% de las emisiones de Co2 en el proceso de calentamiento del agua. Pero además, pude presumir de bioconstrucción, es decir, la utilización de materias primas renovables, teniendo en cuenta todo su ciclo de vida útil.
Hasta aquí, está claro que la idea es chula en cuanto a su interés por la ecología. Pero si al entrar nos encontráramos con un espacio sin decorar o con un espacio aburrido, sin gracia, la suite perdería puntos. Por eso nos resultan tan acertado que el interior del espacio haya sido tan importante como su ‘conciencia sostenible’.
El responsable del interiorismo es Tomás Alía, Premio Nacional de Arquitectura de Interiores 2000. ¿Las premisas sobre las que ha trabajado? La apertura de espacios, la luminosidad, la comodidad y la inspiración en la naturaleza. Para ello ha utilizado materiales muy texturizados y una gama cromática que ahonda en los tonos neutros creando un espacio de calma y de sosiego.
De los elegantes elementos decorativos con que cuenta esta peculiar habitación de hotel, destacan el cabecero de la cama, una pieza con forma de celosía de madera nogal. La espectacular butaca de bolas diseñada por el propio Tomás Alía y elaborada por Mariana Artesana con fibras naturales de rattan. Y una gran alfombra de fibras naturales de Naturtex, que  marca el espacio de la zona de estar.
Como hemos contado desde el principio, esta habitación de hotel tan peculiar, es aficionada al viaje. Y estará ‘disponible’ en la localidad de Molino de Alcuneza (Guadalajara), hasta el 20 de junio; y en la portuguesa Casas Do Coro, entre el uno de julio y el 31 de diciembre.


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