viernes, 27 de mayo de 2011

Manuel Gallego Jorreto es el elegido para rehabilitar las casas do Campaneiro

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La rehabilitación de las casas do Campaneiro y Doña Tomasa ha sido puesta en manos del arquitecto Manuel Gallego Jorreto, premio Nacional de Arquitectura en 1997 y uno de los profesionales del sector más reconocido en Galicia. La elección no ha sido casualidad, Gallego Jorreto es el padre de todo el proceso de recuperación y puesta en valor de la zona que se encuentra entre los muelles de Pau y de O Naval, precisamente donde se encuentran las dos viviendas.
El arquitecto se acercó esta semana hasta A Illa para conocer las dos casas, entrevistándose con el alcalde del municipio, Manuel Vázquez, y con miembros de la directiva del Clube de Xubilados, entidad a la que se va a ceder uno de los inmuebles para ser empleado como sede.
Gallego Jorreto ya es el autor de la rehabilitación de la fábrica de conservas de Goday, hoy convertida en Centro de Interpretación de la Conserva, que el año pasado fue visitado por más de 9.000 personas, el muelle de Pau, el entorno de la casa do Concello y los jardines de Goday. Cuenta también en su haber con el proyecto de la casa consistorial (obra elegida y reconocida por el Colegio de Arquitectos de Galicia para celebrar el día mundial del sector en 2006), así como el Complexo Sociocultural, obra que fue propuesta para el premio internacional de arquitectura Mies Van der Rohe en 2009.
Desde el Concello se asegura que la rehabilitación de estas dos viviendas se encuentra dentro de la misma actuación, que es la de "hacer un gran espacio público en el centro del casco urbano de A Illa. Todo este ámbito, de aproximadamente 13.000 metros cuadrados, era una zona privada hace 14 años, cuando A Illa comenzó a caminar como Concello en solitario, "y ahora es público para el disfrute de todos los vecinos del municipio".
Tras la adquisición de las viviendas por poco más de 400.000 euros, el objetivo del Concello es rehabilitar estas dos edificaciones modernistas que guardan gran parte de la historia de A Illa. Las dos pertenecían a los propietarios de la antigua fábrica de Odosa, uno de los exponentes más brillantes del pasado conservero de A Illa de la que solo queda la fábrica de Goday, la antigua nave de Dardo y varias chimeneas que se encuentran protegidas.
Las negociaciones para hacerse con su propiedad fueron árduas, ya que duraron casi una década, hasta que los 400.000 euros que abonó el Concello, con la colaboración de la Diputación, permitieron hacerse con las mismas.
El coste de la rehabilitación va a ser sufragado por el Ministerio de Fomento a través de la Secretaría de Estado para la Vivienda.


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