© Antonio Arévalo
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Situada en el solar de una antigua bodega, la nueva Comisaría de Policía Local de Manzanares es fruto de un Concurso de Arquitectura que inicialmente se convocó para la construcción de una Sala de Exposiciones. Cuando la construcción estaba avanzada en un 80% se decidió, por cuestiones políticas, adaptar el edificio al uso que actualmente alberga.
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Ante un entorno anodino y dispar de pabellones deportivos, tapias de cal y descampados, el edificio se cierra al exterior con un juego de volúmenes abstracto y rotundo. Los diferentes volúmenes se separan entre sí por oblongos patios que se adentran hasta el espacio central y dejan entrever el interior del edificio.
Planta
La entrada se realiza a través de un patio cubierto que ilumina y aporta calidez al espacio central, que es a la vez sala de espera y recepción. Desde dicho espacio central se accede a los distintos despachos, así como a los patios perimetrales. Dos pequeñas cajas azules se instalan como objetos aislados dentro de las salas que en un principio fueron pensadas para albergar exposiciones tratando de evidenciar así el cambio de uso acaecido durante la construcción del edificio.
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Para la iluminación natural del edificio se ha optado por grandes lucernarios, dado el uso expositivo que en un principio habría tenido el edificio. No obstante, para garantizar la ventilación de los despachos se han abierto huecos de iluminación y ventilación a los distintos patios perimetrales y no a la fachada, de manera que la imagen rotunda exterior siga siendo la originaria.
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Para el acabado exterior del edificio se ha utilizado un aplacado cerámico blanco que combina piezas de diferentes medidas y proporciones. El despiece utilizado desaparece gradualmente en ciertas partes de la fachada en las que la textura y el color utilizados son ligeramente diferentes.
Fuente:http://www.plataformaarquitectura.cl/
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