jueves, 24 de febrero de 2011

Madera sostenible, compra con sentido…

La madera es un material ideal para la construcción, el interiorismo y la decoración porque es un producto natural, ecológico y renovable -puesto que su aprovechamiento puede ayudar al aumento de los bosques-, en su crecimiento fija CO2 (principal gas que causa el efecto invernadero y el cambio climático), necesita menor gasto energético en su transformación, produce desechos biodegradables, es reciclable, es un excelente aislante natural –con el consiguiente ahorro energético-, y la disposición de materia prima está garantizada a corto, medio y largo plazo.
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Según estudios del Centro de Servicios y Promoción Forestal y de su Industria de Castilla y León (CESEFOR), la diferencia entre construir una casa de 100 m2 con estructura, ventanas, puertas y suelos de madera a utilizar otros materiales (pvc, aluminio, hormigón, acero…) supone una absorción de 20 tn de CO2 y el gasto energético en su fabricación supone el ahorro de 40 tn de CO2. Por lo tanto, construir una casa de madera de 100 m2 supone un ahorro de emisiones de 60 tn de CO2.
El aprovechamiento y el comercio internacional de la madera debe cumplir dos requisitos básicos: la legalidad y la sostenibilidad. La legalidad implica el cumplimiento de las leyes forestales y de conservación de la naturaleza del país productor, los convenios internacionales de comercio de especies (CITES) y de los permisos de aprovechamiento, transporte, exportación e importación de la madera. La sostenibilidad de su aprovechamiento implica la rentabilidad económica del aprovechamiento, la conservación de la riqueza natural del bosque e incluso aumento de la misma, y la mejora de las condiciones sociales y mantenimiento de las entidades culturales de los pueblos directamente relacionados con el bosque.
Los escalones de seguridad en el aprovechamiento y comercio de madera van desde el origen desconocido a la garantía de sostenibilidad, pasando por el origen conocido y la garantía de legalidad. El máximo escalón de seguridad, la gestión forestal sostenible, implica la rentabilidad económica, la conservación y aumento de la calidad biológica de los bosques, y la mejora de las condiciones sociales de los pueblos directamente relacionados con el bosque.
La garantía de sostenibilidad lleva implícito un certificado forestal, la máxima garantía de legalidad y de sostenibilidad del aprovechamiento de madera, que funciona como una herramienta de comunicación que transmite al consumidor su garantía.
En el mundo hay varios sistemas de certificación forestal, aunque los dos principales en número de hectáreas y cadenas de custodia certificadas son FSC y PEFC, las cuales tienen un sello que identifica la madera procedente de gestión sostenible.
Actualmente existen varias empresas que explotan de forma sostenible las plantaciones forestales. Pues bien, una vez las plantaciones han conseguido el crecimiento óptimo, les llega el turno a la fabricación de los productos derivados de la madera.
Biofusta es la primera carpintería de España con certificación FSC que proporciona distintos productos procedentes de madera de bosque de tala sostenible como forjados y cubiertas, porches y pérgolas, carpintería o mobiliario.
En definitiva, partiendo de toda esta información sobre cómo sacar el mejor rendimiento y de la forma más sostenible posible a los recursos forestales, se pueden crear empresas de carpintería que dispongan de este tipo de certificados, asegurando así el desarrollo de empresas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente.


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