viernes, 14 de octubre de 2011

Calle Rioja La Seta Coqueta y el Gato en bicicleta

Es el urbanismo hecho tendencia. El 29 de agosto abre en la calle Regina la tienda La Seta Coqueta. Especializada, se lee en el escaparate, en Moda Creativa, Complementos de Diseño y Arte. Justo enfrente, está a punto de cumplir el medio año de presencia en esta misma calle la librería Un Gato en Bicicleta, que abrió el 22 de febrero. La abrieron dos socios, pero ahora sólo está Jesús Barrera, 28 años, sevillano de Morón. "Yo soy el gato y la bicicleta". El libro que más ha vendido (15 euros) es una guía de Arquitectura Contemporánea de Sevilla 2000-2010. Viene el Metropol Parasol del bávaro Jürgen Mayer. La nota técnica que acompaña la foto del edificio parece un guiño a los propósitos de La Seta Coqueta: "El cáracter de uso mixto de Metropol Parasol motiva un desarrollo dinámico de la cultura y el comercio en el corazón de Sevilla".
image
Desde La Seta Coqueta no se ve el Metropol Parasol, pero sí la espadaña de la iglesia de Montesión. Junto con el relato veraniego que en este periódico ha publicado Hipólito G. Navarro, Las setas caladas de Jürgen, esta tienda es una de las primeras secuelas nominales, formales de este nuevo elemento arquitectónico. Tan rompedor como la torre fálica de Jean Nouvel en la Ciudad Condal (edificio Agbar, Aguas de Barcelona), arquitecto francés cuyo nombre preside la mesa central de la librería Un Gato en Bicicleta y que se asomó al balcón del Ayuntamiento para un proyecto fallido del alcalde saliente, gato en bicicleta.
image
Mayer ha elevado la altura de la plaza de la Encarnación. Quizás por eso ha ubicado el librero en su escaparate la exposición Tacones Cercanos, una performance con cimientos de zapatería. Sobresale el zapato verde, geometría pura, de Belleda López Montero, próxima su obra a un libro sobre su admirada Frida Kahlo, tacón acompañado de un texto de María José García Romero. En la guía de arquitectura reciente, diez de los doce años de mandato municipal de Alfredo Sánchez Monteseirín, Metropol Parasol está en la zona B, entre Rehabilitación de Inmuebles para Viviendas en Santa María de Gracia (MRPR Arquitectos) y el Hotel Posada del Lucero (Adolfo Pérez López, Jacinto Pérez Elliot), el hotel más próximo al Colegio de Arquitectos.
Feria se hace comercio en Regina. Silogismo en bárbara del callejero. En el 34 aniversario de la muerte de Elvis Presley, el joven librero escucha música en Radio 3. La Seta Coqueta es un homenaje de bienvenida al nuevo formato de la zona. En la librería, por contra, buscaron "un nombre que no tuviera nada que ver con la zona". Entre las propuestas bautismales, El Burro Percherón. "Queríamos algo absurdo que se quedara en la retina y la bicicleta es muy de Sevilla". Los gatos, cada vez menos. De hecho, el librero tuvo un gato, Palomo de nombre, y ahora tiene un perro al que le puso el nombre godo de Rogofredo. La librería fue antes una floristería, La Nao de China, tampoco está mal como nombre, y antes una colchonería. Dominios que fueron de Abelardo y Patricio, convertido este último en guía del puente de San Francisco en un reciente capítulo de Callejeros Viajeros.
image
La zona a la que pertenece el Metropol Parasol en esta guía de la librería más próxima a las setas cuenta con un texto introductorio de Santi Cirugeda titulado Llevo 15 años habitando la Alameda. Este arquitecto del mundo y del barrio hace doblete: su nombre también aparece junto a los de la novelista Elvira Lindo o los músicos Klaus & Kinski en otra revista de nueva arquitectura y estética.
La Seta Coqueta tiene como icono un parasol igual que el gato en bicicleta evoca a un ciclista con su casco termodinámico subiendo el Tourmalet o el puerto del Escudo. Sólo falta que Jürgen Mayer se dé una vuelta para comprarse una camisa con tirantes o unos vaqueros con arbotantes. La tienda que abrirá a finales de agosto hace honores al edificio-insignia, como salvando las distancias hicieron el bar Giralda o el bodegón Torre del Oro.
El librero nació en Morón, la cuna de Fernando Villalón, cuya casa rehabilitó el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra. "Me vine a Sevilla para estudiar Periodismo, pero no me gustaba, en Tercero lo dejé". Lo decía Hemingway: el periodismo es una buena escuela para la literatura siempre que se deje a tiempo. El librero lo dejó para adentrarse en esta literatura a granel.
Fuente: http://www.diariodesevilla.es

No hay comentarios: