Contra la crisis, ingenio y sostenibilidad
No son buenos tiempos para casi nadie. La construcción, el gran motor del desarrollo económico en España en la última década, ha frenado en seco, y muchos de los solares que antaño anunciaban "pisos con acabados de primera calidad" hoy permanecen vacíos a la espera de tiempos mejores. Aunque hayamos querido estar ciegos, el vertiginoso bienestar alcanzado en los últimos años tenía un precio. Y ahora tenemos que pagarlo. La pregunta es: ¿cómo reconducimos la situación?
Los cambios siempre son para bien
Etimológicamente, crisis significa cambio, y todo lo que sea una alteración de nuestra cotidianidad nos genera miedo e inseguridades. Sin embargo, debemos reconocer que sin las crisis tampoco habría avance ni progreso.
A primera vista, esta recesión nos ha traído tristeza, dificultades económicas... Sin embargo, si profundizamos vemos que también nos está despertando el ingenio, la creatividad, la solidaridad, la racionalidad... Y todo esto no es poco en una sociedad hasta ahora competitiva, individualista y terriblemente caprichosa.
Las crisis nos obligan a replantearnos muchas cosas. Quizás es el momento de empezar a cambiarlas y, ¿por qué no hacerlo por la construcción, el sector más "tocado" de esta crisis?
Otras casas son posibles... más ecológicas y sostenibles
El ‘ladrillo' ha sido el rey indiscutible de la construcción. Basta pasearse por cualquier población costera para comprobarlo. Ante esta realidad y tras dos años de crisis, ahora se impone la racionalidad y el respeto por el medio ambiente como principales argumentos a la hora de construir nuevas viviendas.
Si observamos a los países vanguardistas que abogan por una construcción sostenible (Alemania, Austria, Suecia...) podemos afirmar que todavía nos queda un largo camino por recorrer hasta llegar al nivel medio de la sostenibilidad europea. Sin embargo, gracias a la creciente concienciación de la sociedad por preservar al máximo los recursos naturales y a la creación de leyes gubernamentales conservacionistas, las distancias se están acortando.
Y en este panorama actual, las casas de madera tienen mucho que decir. En especial, las casas B-House.
B-House, una alternativa fiable y eficiente
Un equipo de arquitectos tan innovadores como concienciados con el futuro medio ambiental de nuestro planeta han diseñado las casas de madera B-House, que se rigen por parámetros exclusivamente sostenibles, sin que por ello debamos renunciar al confort y las comodidades del siglo XXI.
Los diseños de B-House están pensados para cumplir con las máximas prestaciones y exigencias que puede requerir una vivienda contemporánea: una distribución amplia y agradecida en los espacios, y acabados en materiales cálidos y comprometidos con el medioambiente. Incorporan, además, voladizos y pergolados, para protegerse de la radiación solar; fachadas ventiladas, que fomentan el intercambio térmico de la vivienda; y grandes superficies vidriadas, que establecen una relación equilibrada entre el exterior y el interior de la vivienda.
Además, el modelo constructivo B-House incorpora un sistema estructural basado en la repetición de elementos portantes ligeros, lo que permite abaratar significativamente los costes respecto a una vivienda construida a partir de estructuras de hormigón convencionales, sin olvidar que al no ser hormigón, los plazos de construcción se reducen en un 70% y, por tanto, también los costes en mano de obra.
Con el objetivo de adaptarse de la mejor manera a las necesidades de cada persona, el equipo de arquitectos de B-House ha desarrollado tres viviendas y dos sistemas, que se ajustan a prácticamente a cualquier situación y necesidad. En total, B-House dispone de 5 modelos que se basan en la relación que mantiene la vivienda con el entorno que la rodea. Conceptos como "intimidad, calidez, naturaleza, continuidad..." han sido el punto de partida y, al mismo tiempo, el objetivo final de todos sus diseños.
El resultado no puede ser más positivo. Las casas de madera B-House son un nuevo concepto de vivienda, en el que prevalece la creación de espacios interiores inteligentes, de bajo consumo y máximo rendimiento energético y que suponen una inversión económica y de tiempo muy por debajo de los estándares actuales de construcción. Son, pues, una nueva y atractiva alternativa al ‘ladrillo', que dará mucho que hablar en los próximos años. ¿Qué nos apostamos?
Fuente:http://www.esdiari.com/No son buenos tiempos para casi nadie. La construcción, el gran motor del desarrollo económico en España en la última década, ha frenado en seco, y muchos de los solares que antaño anunciaban "pisos con acabados de primera calidad" hoy permanecen vacíos a la espera de tiempos mejores. Aunque hayamos querido estar ciegos, el vertiginoso bienestar alcanzado en los últimos años tenía un precio. Y ahora tenemos que pagarlo. La pregunta es: ¿cómo reconducimos la situación?
Los cambios siempre son para bien
Etimológicamente, crisis significa cambio, y todo lo que sea una alteración de nuestra cotidianidad nos genera miedo e inseguridades. Sin embargo, debemos reconocer que sin las crisis tampoco habría avance ni progreso.
A primera vista, esta recesión nos ha traído tristeza, dificultades económicas... Sin embargo, si profundizamos vemos que también nos está despertando el ingenio, la creatividad, la solidaridad, la racionalidad... Y todo esto no es poco en una sociedad hasta ahora competitiva, individualista y terriblemente caprichosa.
Las crisis nos obligan a replantearnos muchas cosas. Quizás es el momento de empezar a cambiarlas y, ¿por qué no hacerlo por la construcción, el sector más "tocado" de esta crisis?
Otras casas son posibles... más ecológicas y sostenibles
El ‘ladrillo' ha sido el rey indiscutible de la construcción. Basta pasearse por cualquier población costera para comprobarlo. Ante esta realidad y tras dos años de crisis, ahora se impone la racionalidad y el respeto por el medio ambiente como principales argumentos a la hora de construir nuevas viviendas.
Si observamos a los países vanguardistas que abogan por una construcción sostenible (Alemania, Austria, Suecia...) podemos afirmar que todavía nos queda un largo camino por recorrer hasta llegar al nivel medio de la sostenibilidad europea. Sin embargo, gracias a la creciente concienciación de la sociedad por preservar al máximo los recursos naturales y a la creación de leyes gubernamentales conservacionistas, las distancias se están acortando.
Y en este panorama actual, las casas de madera tienen mucho que decir. En especial, las casas B-House.
B-House, una alternativa fiable y eficiente
Un equipo de arquitectos tan innovadores como concienciados con el futuro medio ambiental de nuestro planeta han diseñado las casas de madera B-House, que se rigen por parámetros exclusivamente sostenibles, sin que por ello debamos renunciar al confort y las comodidades del siglo XXI.
Los diseños de B-House están pensados para cumplir con las máximas prestaciones y exigencias que puede requerir una vivienda contemporánea: una distribución amplia y agradecida en los espacios, y acabados en materiales cálidos y comprometidos con el medioambiente. Incorporan, además, voladizos y pergolados, para protegerse de la radiación solar; fachadas ventiladas, que fomentan el intercambio térmico de la vivienda; y grandes superficies vidriadas, que establecen una relación equilibrada entre el exterior y el interior de la vivienda.
Además, el modelo constructivo B-House incorpora un sistema estructural basado en la repetición de elementos portantes ligeros, lo que permite abaratar significativamente los costes respecto a una vivienda construida a partir de estructuras de hormigón convencionales, sin olvidar que al no ser hormigón, los plazos de construcción se reducen en un 70% y, por tanto, también los costes en mano de obra.
Con el objetivo de adaptarse de la mejor manera a las necesidades de cada persona, el equipo de arquitectos de B-House ha desarrollado tres viviendas y dos sistemas, que se ajustan a prácticamente a cualquier situación y necesidad. En total, B-House dispone de 5 modelos que se basan en la relación que mantiene la vivienda con el entorno que la rodea. Conceptos como "intimidad, calidez, naturaleza, continuidad..." han sido el punto de partida y, al mismo tiempo, el objetivo final de todos sus diseños.
El resultado no puede ser más positivo. Las casas de madera B-House son un nuevo concepto de vivienda, en el que prevalece la creación de espacios interiores inteligentes, de bajo consumo y máximo rendimiento energético y que suponen una inversión económica y de tiempo muy por debajo de los estándares actuales de construcción. Son, pues, una nueva y atractiva alternativa al ‘ladrillo', que dará mucho que hablar en los próximos años. ¿Qué nos apostamos?
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