Madrid. El I Congreso de Edificios de Consumo de Energía Casi Nula (EECN), clausurado con éxito el pasado martes, ha marcado el inicio de una nueva etapa en el sector de la construcción. En palabras de uno de los ponentes, José María Campos, “este sector está abocado a un cambio de modelo, no sólo en Europa sino en todo el mundo”. Según este experto, “el catalizador de este cambio quizá sea la eficiencia energética (o más bien la necesidad de la eficiencia energética) debido a los altos costes y medioambientales del consumo de energía”.
José María Campos es director del área de Smart Buildings and Cities de Fundación TECNALIA, miembro del comité de asesoramiento a la Comisión Europea en eficiencia energética en edificación, representante de España en el programa de conservación energética en edificios y zonas urbanas de la Agencia Internacional de la Energía, miembro del nodo de eficiencia energética del Knowledge Innovation Community InnoEnergy del Instituto Europeo de Innovación y Tecnología, miembro del comité científico de la Asociación Europea de Eficiencia Energética en Edificación. Ingeniero Industrial (Universidad de Navarra), MBA (Instituto de Empresa), Auditor de Sistemas Energéticos (Instituto Español de la Energía), EDP (Wharton School, Universidad de Pennsylvania).
La Asociación Europea de Edificios Energéticamente Eficientes (en su acrónimo E2BA) es una iniciativa del sector industrial europeo (la asociación fue fundada por Acciona, Mostostal, Bouygues, DÁppolonia, EDF, Philips, Saint-Gobain y Stiebel Eltron) que nace en Noviembre de 2008 con el objetivo de proveer, implementar y optimizar condeptos de edificios y distritos que tengan el potencial técnio, económico y social de reducir drásticamente los consumos de energía y las emisiones de CO2 tanto en la rehabilitación de edificios como en la nueva edificación europea.
1. Durante el I Congreso EECN presentó por primera vez el borrador sobre la visión de la energía en edificios en la Europa de 2050, ¿sobre qué bases se asienta esta primera aproximación y cuáles son las líneas de investigación planteadas?
Este primer borrador se fundamenta en el trabajo realizado en los últimos cuatro años con la Comisión Europea, en el marco del Recovery Plan del presidente Barroso para la activación de la economía europea.
En estos cuatro años se ha trabajado intensamente en el desarrollo de proyectos que han servido a la comunidad científica e industrial de Europa para madurar la visión de la energía en el continente en el año 2050.
Una visión a tan largo plazo necesita una actualización y revisión continua, y en todos los casos debe servir para establecer objetivos concretos a mucho más corto plazo.
2. ¿Cuáles son las áreas principales a las que han ido destinados los fondos europeos para el estudio de la transformación del sector de la construcción europea?
Europa necesita reducir sus consumos energéticos de forma importante en los próximos años. Siendo el sector de la construcción de los de mayor consumo en el continente, es también de los de más difícil movilización al tratarse de un campo con una inercia tecnológica muy elevada. Siendo así, gran parte de los fondos europeos se han destinado a actividades de demostración de las tecnologías existentes, que son muchas, y cuyo principal problema es el acceso al mercado masivo. Otra parte importante de los fondos se ha destinado, cómo no, a actividades de investigación tanto en el mundo de materiales (optimización de costes de fabricación e implementación de nuevos materiales de altas prestaciones) como en el de las tecnologías de la información (desarrollo de sistemas de modelización, monitorización y gestión/control de los edificios).
3. En la línea de investigación desarrollada, ¿qué referencia base han seguido para analizar el comportamiento energético de los edificios?
Afortunadamente Europa es un continente que tiene la eficiencia, en todos los ámbitos, muy interiorizada. En esta línea, son muchos los países que han trabajado profundamente la eficiencia energética de sus edificios y ciudades, desarrollando modelos muy adaptados a las condiciones de cada país.
Basándonos en estos modelos existentes, estamos trabajando en ampliar esos desarrollos a la escala de Europa, lo que generará una masa crítica que podrá generar gran impacto a nivel global. La idea es convertir la industria y el I+D+i de Europa en una referencia mundial apoyada en la amplia experiencia existente en los Estados miembros.
4. ¿Cómo serán (o deberán ser) los edificios en el año 2050?
Los edificios del año 2050 deberán ser flexibles y tremendamente eficientes, tanto en sus consumos de agua y energía, como en el uso de recursos. El mundo del 2050 es un mundo basado en la eficiencia, en el uso masivo de tecnologías de información y comunicación y en el respeto medioambiental, impuesto en gran medida por la superpoblación mundial, concentrada sobre todo en los ámbitos urbanos.
La flexibilidad de los edificios les permitirá adaptarse a las distintas condiciones tanto de los usuarios como medioambientales. Veremos edificios que adaptan su comportamiento a los usuarios que albergan, además de a las condiciones climáticas y medioambientales que les rodean.
5. Desde la Comisión Europea, ¿qué visión energética se tiene de los edificios españoles construidos durante los últimos años?
Europa reconoce el posicionamiento de España en las energías renovables, además de su integración en los edificios. Fuimos pioneros mundiales en dicha integración, aunque la fase de crecimiento de la burbuja hizo que la calidad en la ejecución de muchos de nuestros edificios no fuese la adecuada. Es fundamental no perder este posicionamiento mundial que alcanzamos en el mundo de las energías renovables y que ese importante sector de la economía nacional pueda mantener su prestigio mundial.
6. ¿La “descarbonización” de la energía en Europa es técnica y económicamente viable en el marco actual de cambios políticos y desestabilización económica?
Debe serlo porque es base del nacimiento de una nueva economía, una revolución en el sector industrial europeo que nos posicionaría como líderes globales. Esta es la gran apuesta de Europa, que además de crear multitud de nuevos empleos y nueva riqueza, tiene el doble efecto adicional de mejorar nuestro medio ambiente y de reducir nuestra dependencia económica y energética de países política y socialmente inestables.
No tengo la menor duda de que dentro de 30 o 40 años nos parecerá inconcebible el modelo de ciudad contaminada que tenemos hoy en día, y que pasearemos por centros urbanos descontaminados, tanto de polución como de ruido. El vehículo eléctrico y los edificios energéticamente neutros o positivos serán clave en este cambio.
7. Este primer borrador, que se estima que a principios de julio se convierta en un documento estable, también marca los objetivos para 2020, ¿en qué consisten? ¿A partir de qué fecha es necesario actuar para alcanzar los mismos?
Los objetivos para 2020 se están definiendo actualmente, y no tenemos previsto precisarlos completamente antes de finales del año, si bien en julio esperamos tener una versión estable, como mencionas.
Estos objetivos deberán ser concretos, pues se traducirán en indicadores que cuantificarán el grado de avance en su cumplimiento hasta 2020. Esto nos permitirá monitorizar la efectividad del despliegue de medidas y proyectos hasta finales de la década. Estos objetivos, como digo aún en definición, están íntimamente relacionados con los tres pilares de la política energética de Europa: seguridad de suministro, sostenibilidad medioambiental, y competitividad del mercado energético, de forma que sirvan al cumplimiento de estos tres principios estratégicos de la Unión.
8. La Comisión Europea apuesta por una formación disciplinar de trabajadores con elevado perfil profesional, ¿si se alcanzan los objetivos propuestos para 2020 cuál será el nivel de desempleo estimado en el sector?
Es difícil hablar de estimaciones de desempleo, más aún en la actual situación algo convulsa de la economía en el continente. Pero lo que sí pretendemos es que ese desempleo sea menor al 3% en el año 2050.
Esto no deja de ser una visión estratégica de muy largo plazo, difícil de ver hoy en día, pero sí debe servirnos de guía de los pasos que hemos de dar hasta la fecha, para poder establecer y desplegar las medidas adecuadas que garanticen su cumplimiento.
Lo que sí tenemos claro es que queremos transformar el sector de la construcción de la situación actual de sector tradicionalista, poco innovador y rígido a una industria dinámica e innovadora que atraiga a profesionales de alto perfil, como lo puede ser hoy en día el sector de las tecnologías de la información o Internet. Este es nuestro objetivo.
9. ¿Realmente existe un futuro con nuevos desarrollos de Smart Buildings and Cities y planteamientos urbanos basados en redes inteligentes conectadas?
Sí. Y las razones las podemos observar hoy en día en el mismo sector de la construcción o en las ciudades. En un mundo cada vez más exigente en cuanto a la eficiencia del propio sistema, son las medidas de tecnologías de información las que mejor resuelven el problema, no sólo porque pueden incrementar la eficiencia de las estructuras existentes (sensores de nivel de tráfico en las autopistas que regulan las velocidades máximas y permiten un mayor flujo de vehículos por metro cuadrado de autovía, por ejemplo) como por su eficiencia desde el punto de vista del coste (sensores de presencia en las calles que permiten adecuar el nivel de iluminación a las necesidades).
Los jóvenes y no tan jóvenes de hoy en día hemos nacido y crecido entre mandos a distancia, teléfonos inteligentes, pantallas táctiles, o consolas de videojuegos, y eso nos permite interactuar con la tecnología de forma mucho más natural que nuestros padres. Esta es la clave del éxito de la entrada masiva de las tecnologías de la información y comunicación a nuestras viviendas, nuestros edificios y nuestras ciudades.
Para finalizar diré que el sector de la construcción en España es probablemente el que más está sufriendo la crisis en todo el mundo, lo que se suma a los altísimos costes energéticos que también sufrimos. Este es el caldo de cultivo de algo… quizá de una transformación, de un cambio… y si alguien ha de protagonizar ese cambio en el mundo, somos nosotros. Para ello lo fundamental es creérnoslo. Una vez lo creamos, llegará.
Fuente:http://www.inmodiario.com
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