El arquitecto italiano exhibe en una retrospectiva en el IVAM las maquetas y los bocetos de sus proyectos
"La arquitectura es una aventura que une arte, abismo, poesía... Cuando un arquitecto crea no puede fallar. No es como cuando un pintor se equivoca y tira un cuadro, sino una responsabilidad privada del hombre con su entorno y sin vía de retorno", afirmaba ayer el arquitecto italiano Paolo Riani-su obra se reparte entre Japón, Estados Unidos, Arabia, Rusia o Italia- a quien el IVAM le dedica una retrospectiva.
Dibujos- nueve de ellos donados al instituto valenciano por el creador-, fotografías de sus proyectos realizadas por él mismo, objetos, maquetas originales o diseños se reparten por el museo como homenaje a este creador admirador de Le Corbusier, Alto Mies van der Rohe, Alvar Aalto o Frank Lloyd Wright, quien en una momento de su vida dejó de lado su carrera como arquitecto para ocupar una plaza de senador italiano.
De líneas rectas y claras, formal, un trabajo que renuncia del riesgo para estar al servicio del ciudadano, la obra de Riani era definida ayer por el Catedrático de Arquitectura José María Lozano, comisario de la muestra, como un trabajo "participativo y sostenible".
"Los edificios nacen donde la sociedad y luego se transforman. Nunca me he preguntado si mi trabajo tenía o no valor porque la arquitectura es un viaje peligroso, un arte pirata. Nunca he pensando en hacer edificios sostenibles porque siempre he pensado en ellos de esa manera", añadía sobre esa moda teórica de hoy.
Riani describía su obra como una arquitectura orgánica que nace siempre de situaciones reales, de su visión de las distintas comunidades humanas y sus situaciones diversas.
Al mismo tiempo, se manifestaba crítico con la arquitectura de su país, ejemplo en su día de esplendor y belleza. "Hoy no brilla por su calidad. En Italia se ha perdido el proceso creativo de la arquitectura y se construye a raíz de encargos y por razones políticas, no interesa la arquitectura en sí, sino la operación financiera que se deriva de ella", indicaba para añadir que la arquitectura se aprende y su secreto es "trabajar y trabajar para evitar errores".
Fuente: http://www.levante-emv.com
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